Haciendo ejercicio, cocinando, trabajando o durmiendo junto a sus hijos. Enseñándoles a lavarse las manos y a colocarse un cubrebocas. O simplemente hablando con sus propias madres. Así plasmó AT&T, para celebrar el Día de las Madres, la realidad que cada una de ellas está viviendo durante la cuarentena impuesta por el coronavirus (COVID-19).
Grabar a distancia, ¿la ‘nueva normalidad’ de la industria audiovisual?
Este video, publicado en las redes sociales de la compañía de telefonía, significó un reto importante en cuanto a su realización, que estuvo a cargo de Central Films. Rodrigo García Saiz, fundador de la productora, explica que ante la adversidad fue necesario pensar fuera de la caja para continuar trabajando.
“Hicimos partícipes a los actores, quienes se convirtieron en codirectores. Ellos filmaron sus propias participaciones con celulares o cámaras caseras. Les armamos tutoriales para explicarles lo que debían hacer y les ayudamos a programar sus dispositivo para asegurarnos que el comercial fuera de calidad”, relata García.
El resultado fue satisfactorio. Pero aún más lo fue el descubrimiento de una nueva posibilidad de producir, de hacer cosas a las que no estaban acostumbrados en Central Films y que, durante esta contingencia, se ha convertido en la única posibilidad de mantener el negocio a flote.
Bajo este esquema de trabajo, la productora realizó un par de proyectos más: uno internacional y el otro para una cervecería en México. Y aunque esta no es la normalidad que Rodrigo García espera asumir después de la contingencia sanitaria, sí está consciente de que tendrá que adoptarla en sus actividades futuras.
Pero no solo él, sino la industria en general.
Adaptarse o morir
Desde que inició el confinamiento, en marzo pasado, la industria audiovisual se contrajo 100%. En el caso de la producción publicitaria, la contracción ha sido de entre 70% y 75%, daño que se verá reflejado en el segundo trimestre del año, debido a que se cataloga como pérdida definitiva. Se trataba de proyectos que cumplían con una temporalidad que no es modificable, como el Día del Niño o el Día de las Madres, detalla Enrique Nava, CEO de la compañía de producción audiovisual The Maestros.
Por eso, ante este panorama, las productoras tuvieron que modificar su forma de trabajo y empezaron a realizar filmes a domicilio. “El talento empezó a grabarse con sus propios dispositivos, maquillaje y vestuario. En algunos casos específicos les enviaban cámaras, pero la mayoría utilizó sus propios smartphones”, detalla Nava.
Después del 15 de mayo empezaron a producir con equipos de tres personas y el talento, lo hicieron en casas o foros 100% sanitizados, esto porque siguen prohibidas las grabaciones en el exterior.
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Para Rodrigo García, se trata de volver a lo básico, dice que se está demostrando que algunas cosas se pueden hacer de la misma desde casa. “Claro que para que yo pueda desarrollar mi trabajo no hay nada mejor que estar frente a un actor y verlo a los ojos, cosa que no puede reemplazarse con la tecnología, pero es importante darnos cuenta que no necesitamos todo a lo que estábamos acostumbrados”.
Mauricio Francini, productor ejecutivo de Central Films, augura una reducción importante del talento de la industria, pues en la ‘nueva realidad’ la gente esencial es la que estará presente. Se trata simplemente de adaptación, de cambiar la manera de pensar y abordar los proyectos.
Juan Pablo Ybarra, socio fundador y productor ejecutivo de Motor (una empresa que forma parte de Grupo Expansión), tiene claro que la transformación es inminente y no solo en la forma de trabajo, sino en el contenido que se va a crear, pues en medio de una contingencia las audiencias demandan historias más esperanzadoras y menos violentas.
Pero le cuesta trabajo pensar que las producciones audiovisuales sobrevivan a larga distancia. “La interacción es la materia prima de todo”, refiere.
En camino a la ‘nueva realidad’
Bajo esta premisa, y con la intención de retomar actividades lo antes posible, la Asociación Mexicana de Filmadores (Amfi) organizó mesas de trabajo con diferentes representantes de la industria para desarrollar un protocolo de trabajo que está por entregarse al gobierno federal.
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Enrique Nava, quien forma parte de la Amfi, explica que el documento permitirá minimizar el riesgo de contagio en la industria, por lo que está apegado a las recomendaciones dictadas por las autoridades sanitarias del país. La idea es que las productoras audiovisuales lo adopten y lo conviertan en un estándar de trabajo en el sector.
Entre las recomendaciones que dicta el ‘Protocolo de Trabajo Seguro ante el COVID-19 de la industria audiovisual de México’, se encuentran desinfectar antes y después de su uso todos los equipos de trabajo, así como los espacios de grabación –que deberán estar ventilados–, y dentro estudio contar con una estación sanitizante para prevenir el contagio del virus.
Respecto al talento, la preproducción –que consiste en presentación de briefs, lectura y ensayos de guiones, planes de trabajo, presupuestos y planeaciones– se realizará vía remota, además se priorizará el casting en video para evitar el contacto innecesario. Durante la producción, el equipo debe pasar por un filtro para determinar su temperatura y asegurar que no haya síntomas de coronavirus, también tendrá que cumplir con un código de vestimenta. Estas recomendaciones aplican para cualquier departamento.
Al término de cada rodaje, los colaboradores serán monitoreados por 14 días para revisar que ninguno presente síntomas del virus. Todo el proceso de postproducción será remoto.
En este protocolo, la Amfi se compromete a crear un comité de vigilancia para supervisar y actualizar las medidas de seguridad.
“Queremos ser mucho más respetuosos con las reglas de seguridad para interactuar en un set y hacer nuestro trabajo. Con esto, le aseguramos al gobierno que ya estamos listos para salir a trabajar, se espera que sea a partir del 15 de junio”, agrega Luis Felipe Ybarra, de Motor, quien formó parte de las mesas de trabajo.