“Se dice que llega un momento en que callar es complicidad. Las marcas han tomado partido, han hallado eco en buena parte de la población que hoy exigen que dejen de ser frías y que levanten su voz”, explica Luis Maram, consultor de marketing digital y reputación de marca.
“Esta situación se ha vuelto patente en los últimos años con la llegada de varios gobiernos de tipo populista, incluyendo el de Donald Trump. En este paradigma, las llamadas marcas con propósito, que es una tendencia muy fuerte, han cobrado mayor relevancia al pronunciarse ante sucesos sociales como lo acaecido en el Capitolio”, agrega.
Las marcas toman distancia
Para Jorge Cervantes, consultor senior de comunicación corporativa, el papel de las marcas va más allá de salvaguardar su reputación tomando postura sobre algún tema. “Es necesario que se involucren, que no solo hablen de los movimientos, sino que realmente cambien la imagen de lo que están vendiendo”, explica.
Así lo hicieron Airbnb, Best Buy, Facebook, Twitter y al menos otras 30 marcas que además emitir un comunicado para expresar su descontento por los actos violentos del 6 de enero en Estados Unidos, asumieron su responsabilidad como entes de impacto social y cortaron lazos con Donald Trump y sus allegados.
La plataforma digital dedicada a la oferta de alojamientos, por ejemplo, anunció que está eliminando cuentas asociadas con miembro de grupo de odio y, además, cancelarán las reservas hechas en el área de Washington por huéspedes que se consideren parte de estas comunidades.