¿Machismo o identificación del mercado?
A Cristian Rocha, cofundador y director creativo de Made, no le parece que las marcas de autos estén excluyendo a las mujeres de sus anuncios publicitarios (o representándolas erróneamente) por replicar estereotipos de género, sino porque están enfocados en un perfil específico de consumidor.
“El mismo producto te dice a quién poner en los anuncios. Después de hacer una investigación detallada, las marcas saben qué autos son los más comprados por hombres y el perfil que éste tiene, entonces ahí deciden a quien poner. Lo mismo sucede con las mujeres, si hay vehículos clásicos para mamás, entonces representas a una, pero habrá autos deportivos para ellas y también deberán estar en el anuncio”, explica el creativo que lleva más de 15 años trabajando con marcas de autos como Volkswagen, Renault, Fiat y Jeep.
Rocha coincide en que el sexo no vende y que las mujeres tendrían que ser representadas en los anuncios de una forma distinta. Pero, advierte que un error sería forzar el target de las marcas por subirse a una tendencia, ya que esto solo terminará perjudicándola.
La especialista de JeffreyGroup explica que hoy las mujeres no están dispuestas a tolerar los anuncios sarcásticos o que se burlan de los movimientos sociales, pero tampoco le van a creer a una marca oportunista que pretende romper estereotipos para incrementar sus ventas.
“Es nuestra responsabilidad como expertos cambiar el discurso, de no caer en el recurso fácil y cuestionarnos siempre si lo que se va a plasmar corresponde a la realidad. Y, para lograrlo, es clave que los equipos de trabajo sean diversos”, refiere Adriana Olmedo.
El director creativo de Made dice que, hasta ahora, ninguna de las marcas con las que trabaja le ha pedido que incluya mujeres en sus anuncios para cumplir una cuota de género.
En Mercedes-Benz y Publicis Emil México el género es un tema importante, por eso tanto la marca automotriz como la agencia de publicidad ponen especial cuidado en la equidad y el balance. Esto no significa que haya una imposición de cuotas, sino que todos (hombres y mujeres) analizan el contenido antes de ver la luz para asegurar que transmite el mensaje correcto.