La iniciativa fue desarrollada en alianza con Beegroup, una firma especializada en proyectos de hospitalidad temática. Su cofundadora, Patricia Velasco, detalló que el restaurante está concebido bajo el concepto de casual food & frappes, con un menú centrado en hamburguesas, snacks y postres, enfocado en el público familiar.
“Es un traje hecho a la medida para la afición”, explicó Velasco. “Cada rincón fue diseñado por una firma de arquitectura especializada en experiencias inmersivas para que la gente sienta que está dentro del estadio”, detalló. El espacio contará con un salón privado para eventos, área de juegos infantiles, zona arcade, tienda oficial y spots pensados para compartir en redes sociales.
La capacidad del restaurante será de 152 comensales y, a diferencia de otros espacios similares en México, operará de manera permanente, no solo en días de partido. También transmitirá en exclusiva todos los juegos de Tigres, así como los encuentros del Mundial.
Aunque el monto de inversión no fue revelado, los responsables del proyecto aseguran que está diseñado para adaptarse a distintos presupuestos. “El ticket promedio dependerá del tipo de experiencia que el cliente quiera vivir”, explicó Velasco. El lugar también contará con personal capacitado, protocolos de seguridad y sistemas de monitoreo para garantizar un entorno familiar.
Una tendencia global
Con esta jugada, Tigres se suma a una tendencia global en la que los clubes deportivos exploran nuevas rutas para capitalizar su marca más allá del terreno de juego. En México, Rayados dio un primer paso con La Terraza Techada, un restaurante premium dentro del Estadio BBVA, aunque limitado a días de evento.
La diferencia con Territorio Tigres es que éste no forma parte del estadio ni está pensado solo para los días de juego. Es una unidad independiente que opera todos los días y está ubicada en un centro comercial con alto flujo de visitantes y concentración de aficionados.
A nivel internacional, el Real Madrid inauguró en 2023 su primer restaurante UNO by Real Madrid en la avenida Presidente Masaryk de la Ciudad de México, y este mes abrirá una segunda unidad en Plaza Satélite, en alianza con Grupo San Pablo. Bajo un formato fast casual, estos espacios combinan gastronomía con tienda oficial y zona infantil.
El FC Barcelona ha desarrollado proyectos como el Barça Café en el Camp Nou y alianzas de hospitalidad internacional. El PSG, por su parte, incursionó en la moda con colaboraciones de lujo. Incluso clubes ingleses como el Manchester United han probado pop-ups y experiencias temáticas en sus giras.
“Empezamos a ver hacia dónde se mueve el mercado y decidimos ser los primeros en apostar por este tipo de proyectos en México”, señaló Culebro. La intención del club es utilizar el poder de la marca para conectar con nuevos tipos de público y generar ingresos más allá de los boletos, derechos televisivos y patrocinios.
Estados Unidos, el siguiente paso
La apertura en Monterrey es solo el primer paso. En el mediano plazo, Tigres contempla abrir una segunda unidad en Houston, Texas, ciudad con alta concentración de seguidores del club. “Queremos estar más cerca de los aficionados que no pueden venir al estadio cada 15 días. Houston es un primer paso para llegar a más seguidores fuera de México”, explicó Culebro.
La apuesta también tiene un componente estratégico de internacionalización. Convertir a Tigres en una marca global implica generar experiencias, crear puntos de contacto constantes con la afición y posicionarse en la conversación del entretenimiento.
“Tenemos claro que somos más que un equipo de futbol”, afirmó Culebro. “Este restaurante es una forma de conectar con más personas, construir comunidad y ganar nuevos aficionados”.
La visión, coinciden los directivos, es consolidar a Tigres como un referente dentro y fuera del estadio. Por ahora, la afición felina ya tiene una nueva casa más allá del Estadio Universitario. Un espacio donde el color amarillo y azul no solo se vivirá en 90 minutos, sino todos los días.