El muro de Trump enfrenta un muro de resistencia de su propio partido

El plan del presidente Donald Trump para construir un muro en la frontera con México enfrenta un problema mayor: un muro de resistencia de su propio partido.

Un número creciente de congresistas republicanos están poniendo objeciones al costo y la viabilidad de la propuesta que fue un grito de guerra para el magnate durante su campaña- Entrevistas con más de una docena de legisladores a través del espectro ideológico sugiere que Trump podría tener dificultades para que su plan para obtener financiación sea aprobado por el Congreso.

Muchos francamente dijeron a CNN que les gustaría votar en contra de cualquier plan de Trump que no esté completamente compensado con los recortes de gastos, mientras que otros cuestionaron si la visión del presidente resolvería adecuadamente los problemas en la frontera.

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“Si va a gastar este tipo de dinero, vas a tener que mostrarme dónde vas a conseguir ese dinero”, dijo la senadora por Alaska, Lisa Murowski, un voto clave de quien ya ha roto con Trump por su nominada al Departamento de Educación.

No veo cómo se puede conseguir un proyecto de ley así a través de (Congreso) sin compensaciones”, añadió. “No veo cómo eso sea posible”.

El muro de Trump ya enfrenta obstáculos legales debido a la probabilidad de que pueda generar demandas en la frontera. Pero si el congreso no va junto con su plan de financiamiento, podría directamente bloquear el plan justo en la puesta.

El vocero del Congreso, Paul Ryan, y el líder de la mayoría en el Senado, Mitch McConnel, dijeron la semana pasada que el costo puede rondar entre los 12,000 a 15,000 millones de dólares, mientras que Ryan sugirió que el proyecto puede no ser totalmente compensado con recortes de gasto, diciendo que el muro es “una prioridad de seguridad nacional”.

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El senador John Cornyn, el republicano número dos en el Senado y quien representa al estado fronterizo de Texas, fue profundamente escéptico sobre si un muro por sí mismo sería suficiente para disuadir a los inmigrantes de entrar al país ilegalmente. Y emitió una severa advertencia a Trump.

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“Tengo preocupaciones sobre gastar dinero sin compensar, que se suma a la deuda”, dijo Cornyn sin rodeos cuando se le preguntó acerca del muro. “No creo que nosotros vamos solo a ser capaces de resolver la seguridad fronteriza con una barrera física porque la gente puede venir debajo, alrededor y a través de él”.

Trump ha dicho que el Congreso financiaría el muro inicialmente,pero sería reembolsado completamente por México. Pero republicanos prominentes dicen con franqueza que no creen que México pagará la barrera de Estados Unidos —y los líderes mexicanos han dicho en varias ocasiones lo mismo —, lo que significa que saldría de la bolsa de los contribuyentes.

“No”, dijo el senador John McCain cuando se le pregunto si cree que México va a reembolsas a México por el muro. “No es una opción viable”.

“Si se construye un ‘muro’, solo un muro, sin usar tecnología, individuos, drones, observadores, etcétera, no vas a asegurar la frontera”, añadió McCain.

Trump aún tiene tiempo para convencer a su partido de que lo apoye, especialmente si da más detalles de sus planes, debido a que los republicanos están unidos en torno a los llamados de una seguridad fronteriza más robusta.

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Y algunos senadores del Partido Republicano, como Ron Johnson de Wisconsin, sugieren que están abiertos por pagar por el muro incluso si no es esta compensado por recortes del gasto.

El cabildeo de la Casa Blanca

Detrás de escenas, la administración de Trump ha tratado de apuntalar el apoyo. John Kelly, el nuevo secretario de Seguridad Nacional, comenzó a discutir con los legisladores esta semana sus planes de seguridad fronteriza, dijeron fuentes, pero los senadores informaron que había pocos detalles sobre las especificaciones del muro.

El gobierno de Trump está trabajando en un paquete de financiamiento suplementario para pagar la seguridad fronteriza y nacional, pero ese trabajo se ha estancado a medida que el Senado avanza lentamente para confirmar la selección de Trump del republicano Mick Mulvaney como su director de presupuesto.

nullSin embargo, Trump quiere moverse rápidamente en el muro, en el primer trimestre de este año. Incluso si pide recortes de gastos para pagar el muro, fuentes de los comités de apropiaciones de la Cámara y el Senado dicen que encontrar más de 15,000 millones de dólares en reducciones sería extraordinariamente difícil, especialmente a mediados del año fiscal.

Después del retiro del partido de la semana pasada en Filadelfia, muchos republicanos también expresaron su preocupación de que no hay suficiente enfoque en la reducción de la deuda y el déficit, sobre todo porque Trump empuja al Congreso para poner en marcha nuevos proyectos de infraestructura fuera del muro.

"No quiero ver ningún gasto, un gasto adicional en cualquier cosa que no se pague", dijo el senador Bob Corker, republicano de Tennessee, cuando se le preguntó por el muro.

"Tenemos un problema fiscal enorme ahora mismo: 20,355 billones de dólares en la deuda proyectada para agregar 9.7 billones durante los próximos 10 años. Y me preocupa que cuando salí del retiro la semana pasada, había tantas cosas sobre gastar dinero de que la gente está hablando y al mismo tiempo bajar la cantidad de ingresos y es una receta para el desastre".

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Cocker añadió que está preocupado por el número de propuestas que van a aumentar la deuda, no solo el muro.

Un portavoz de la Casa Blanca no respondió a una solicitud de comentarios, pero la administración ha sido vaga en sus planes.

El vocero de la Casa Blanca, Sean Spicer, sugirió la semana pasada que la administración estaba considerando la imposición de un impuesto del 20% sobre las importaciones mexicanas para pagar el muro, pero horas después dijo que era una de las ideas después de que los senadores republicanos rechazaron esa propuesta.

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En una de sus primeras acciones como presidente, Trump tomó medidas ejecutivas para ordenar la construcción del muro, con Spicer diciendo que "su objetivo era conseguir que el proyecto comenzara lo más rápido posible" con los fondos existentes y luego "avanzar y trabajar con el Congreso en un cronograma de apropiación". Spicer agregó que el contribuyente estadounidense será "totalmente respetado".

Sin embargo, los legisladores necesitarán más convencimiento para aceptar pagar.

El senador James Lankford, de Oklahoma, se muestra escéptico en que Trump hará que México pague por el muro, lo que significa que el Congreso necesita encontrar recortes de gastos para pagar el plan.

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"No cuento con que México pague por nuestra seguridad nacional", dijo Lankford. "Es la responsabilidad de cada nación cuidar de su propia seguridad".

El senador Lamar Alexander, de Tennessee, un cercano aliado de McConnell que se sienta en el Comité de Apropiaciones del Senado, dijo: "Todo lo que gastamos necesitamos encontrar una manera de pagar".

En la Casa, Trump también podría enfrentar un muro de resistencia de halcones deficitarios como el representante Justin Amash de Michigan.

"Parece que van a volar nuestro presupuesto", advirtió Amash.