Trump y Europa van en caminos diferentes, y eso tendrá consecuencias duraderas
"Estados Unidos Primero" es lo que prometió Donald Trump, y es lo que ha entregado, con su esperada salida del acuerdo climático de París y su reprensión a los líderes de la OTAN en Europa la semana pasada.
Un posible rechazo al consenso global por la lucha contra el cambio climático y la postura de Trump sobre la OTAN y los comercios transnacionales que representan un mal trato para los contribuyentes estadounidenses, en lugar de ser garantía del poder e influencia global de EU, le ganará al presidente la felicitación de parte de sus defensores políticos.
nullPero los titulares en Europa tras el viaje de Trump, entre ellos “Grosero a cargo”, son una reacción contra el papel global de Trump que probablemente tenga consecuencias duraderas, no solo para la imagen de Estados Unidos en el mundo, sino también para sus propias aspiraciones de política exterior.
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Lo de mayor seriedad es que diplomáticos, expertos y exfuncionarios dicen que los aliados europeos podrían estar potencialmente menos dispuestos o capaces a cumplir su papel de décadas de sostener la espalda de Washington en la arena mundial.
Mientras en Europa, Trump regañó a sus aliados, reprendió a Alemania, empujó físicamente a otro líder, falló en apoyar compromisos básicos de seguridad y actuó evasivo sobre el acuerdo climático de París mientras que sus contrapartes del G7 se formaron en línea de forma unánime para ratificarlo.
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Trump lo proclamó una victoria.
"Regresando de Europa. El viaje fue un gran éxito para Estados Unidos. ¡Trabajo duro, pero grandes resultados!”, tuiteó.
Visto desde Europa, el desempeño ahondó las impresiones formadas durante la campaña presidencial que, bajo Trump, EU cederá su papel de liderazgo mundial a favor de un giro hacia adentro.
Tras la visita de Trump, la canciller alemana Angela Merkel dijo a sus ciudadanos el 28 de mayo que “el tiempo en el que podíamos depender completamente de otros, hasta cierto punto, ha terminado”.
Derek Chollet, exsecretario asistente de defensa sobre asuntos de seguridad internacional de la administración Obama, dijo que un peligro es que Europa no querrá seguir a Trump si él los necesita .
"En su comportamiento, Trump está usando su capital político que podría necesitar si quisiera perseguir políticas distintas o pedir a los líderes europeos que tomen decisiones difíciles a nuestro favor”, dijo Chollet.
"Ya sea una nueva aproximación a Irán, una nueva aproximación a ISIS, les está dando pocos incentivos para cooperar. De hecho, les está dando el incentivo contrario: no cooperar”.
Los analistas dicen que probablemente los europeos no sigan a EU en su decisión de salirse del Acuerdo de París, continuando en cambio con el permiso de generar negocios con Teherán.
Un diplomático europeo concordó, afirmando que los líderes del continente ya se enfrentan al crecimiento del populismo entre los ciudadanos que están “de por sí menos dispuestos a apoyar la intervención extranjera o cambiar el enfoque hacia temas nacionales. Trump simplemente dificultará” para esos líderes convencer a su público de aceptar si EU pide ayuda, dijo el diplomático.
"La manera en que trabajan los incentivos políticos en Europa ahora, es mejor no cooperar con Estados Unidos porque Trump es tan tóxico políticamente”, dijo Chollet.
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Repartir el golpe final
Existen límites sobre cuánto pueden separarse EU y Europa. Como la economía más grande del mundo, EU es un mercado enorme para los bienes europeos y el ejército estadounidense es crucial para la seguridad europea.
Trump había dicho que quiere que otras naciones den un paso adelante y hagan más por los problemas internacionales, incluyendo la búsqueda agresiva de un arma nuclear por parte de Corea del Norte, sobre la cual quiere construir una coalición al estilo de Irán para contrarrestar.
La administración también ha empujado a otras naciones a hacer más sobre otra de las prioridades de política exterior de Trump: erradicar a ISIS. En ambos frentes, Europa será un jugador clave.
EU también depende de los servicios de inteligencia europeos y sus ejércitos. Mientras que EU se lleva la mayor carga de los esfuerzos militares en el mundo, Europa ha sido cada vez más importante. En el Oeste de África, Europa tiene una presencia mucho más activa que el ejército de EU, con países como Francia liderando la lucha contra los grupos terroristas en la región.
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EU y Alemania
Pero la personalidad belicosa de Trump y sus demandas mordaces a los líderes europeos para destinar más a sus ejércitos podría ser contraproducente. Alemania, por ejemplo, se ha comprometido a alcanzar el límite de 2% para 2024.
La decisión surgió después de una revisión exhaustiva de sus políticas y la conclusión sobre que la amenaza percibida por parte de Rusia había crecido. Pero la decisión fue profundamente sensible en una nación que aún es intensamente consciente sobre las consecuencias de su pasado militar. Ahora el debate en el gasto estará impregnado de hostilidad contra Trump, quien es ampliamente impopular en el país.
De hecho, la animadversión contra el presidente es tal en Alemania que, Der Spiegel, el equivalente a la revista Time del país, resumió la visita de Trump con un artículo de opinión que concluía: “Es momento de deshacernos de Donald Trump”.
Trump ha reprendido a Alemania por ser “mala, muy mala” sobre su superávit comercial y regañó a los líderes de la OTAN sobre sus gastos en defensa, después de decir al líder autócrata de Arabia Saudita, en una parada anterior, que no estaba “aquí para sermonear”.
De regreso a casa, al menos entre los aliados de Trump, las reseñas de su viaje fueron mejores.
El presidente republicano del comité de relaciones exteriores del Senado estaba entre aquellos que elogiaron el desempeño de Trump, el senador, Bob Corker, de Tennessee, tuiteó que había dicho a Trump “que no podía estar más complacido con su primer viaje internacional”, añadiendo que “fue ejecutado casi a la perfección”.
Corker dijo que él tenía “confianza de que podemos reafirmar el liderazgo estadounidense, fortalecer las alianzas clave”.
Fue un contraste marcado con la valoración de Merkel sobre que Europa ahora “en verdad debe poner su destino en sus propias manos”.
Bill Kristol, editor y comentarista conservador, dijo que “los comentarios de hoy de Merkel son un recordatorio de que las fallas de Trump, mientras sea presidente, también son las fallas de Estados Unidos y dañan a Estados Unidos”.
Sin embargo, para los defensores de Trump, la salida de EU del acuerdo climático de París y su anterior rechazo al Acuerdo Estratégico Transpacífico son una señal de que el presidente está preparado para desafiar al establecimiento global que creen ha dañado sus intereses económicos para beneficiar a las élites, una forma de liderazgo en sí misma.
Los principales asesores de Trump rechazan la noción de que su actitud es un síntoma de la derogación del liderazgo global de EU. De hecho, ellos sostienen que Trump está proporcionando dirección siguiendo una era de falta de compromiso de EU.
Dar la espalda
En dos ocasiones, en los primeros cuatro meses de la administración, Washington habrá dado la espalda a acuerdos internacionales de suma importancia, que involucraron a sus aliados y gobiernos rivales en concesiones políticas dolorosas, para llegar a un acuerdo.
Esta experiencia probablemente no haga menos probable en el futuro, sin importar quién sea presidente, que los estados extranjeros confien en que EU mantendrá sus compromisos. También socavará aún más el órden internacional liberal y el papel dominante de Washington en la democracia de estilo occidental, y cederá las posiciones de liderazgo a rivales de Estados Unidos, como China, argumentan los críticos de Trump.
"#ParisAgreement no solo es sobre el clima: también es sobre EU siendo el líder global”, escribió el ex candidato presidencial republicano Mitt Romney en Twitter el miércoles.
Juncker resaltó un punto similar, diciendo que él había explicado a Trump que “no sería Bueno para le mundo o Estados Unidos si EU literalmente se bajaba del escenario global. Pues el vacío será llenado y los chinos están en el primer lugar para tomar el papel de liderazgo”.
También el miércoles, los senadores demócratas Robert Menendez de Nueva Jersey y Jack Reed de Rhode Island enviaron una carta a la Casa Blanca diciendo que “dejar el acuerdo de París dañaría las relaciones con nuestros aliados y debilitaría el liderazgo de Estados Unidos en el escenario global… fortaleciendo a naciones adversarias como China”.