Chicago demanda a Trump por amenazas a fondos de ciudades santuario
Chicago demandó el lunes al gobierno del presidente de Estados Unidos Donald Trump por las amenazas de retener fondos para la seguridad pública de las llamadas ciudades santuario.
La demanda sostiene que las políticas federales fuerzan a la tercera mayor ciudad del país a elegir entre sus derechos constitucionales y fondos para hacer cumplir la ley.
"Esas nuevas condiciones también chocan con la política de la ciudad que promueve la cooperación entre las autoridades y las fuerzas del orden locales y las comunidades de inmigrantes", sostiene la demanda.
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La política incluye la obligación de las agencias locales de avisar a las autoridades federales con 48 horas de anticipación antes de liberar a personas buscadas por violaciones de migración.
El alcalde demócrata Rahm Emanuel había anunciado el domingo que la ciudad iba a presentar una demanda, intensificando una respuesta contra las medidas federales sobre la inmigración.
"Estamos llevando adelante este desafío legal porque la retórica y las amenazas de este gobierno, representadas en estas nuevas condiciones impuestas en garantías de fondos públicos no relacionadas, están impulsando una cultura y un clima de temor", dijo el lunes Ed Siskel, asesor legal de Emanuel.
Las Subvenciones Conmemorativas Edward Byrne del Departamento de Justicia ofrecen dinero a cientos de ciudades. Chicago, un objetivo habitual del republicano Trump debido a su tasa de homicidios, esperaba recibir 3.2 millones de dólares este año para comprar equipos.
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El fiscal general de Estados Unidos, Jeff Sessions, advirtió este lunes a Chicago que la demanda interpuesta contra su departamento no servirá para que reciba los fondos federales que tiene retenidos hasta que deje de ser una "ciudad santuario" de inmigrantes.
El Departamento de Justicia considera ciudades "santuario" a aquellas que se niegan a colaborar con las autoridades federales para deportar a los indocumentados y a los inmigrantes que han cometido algún crimen, se acuerdo con la agencia EFE.
"El dinero de los contribuyentes federales no ayudará a una ciudad que se niega a ayudar a sus propios ciudadanos", dijo Sessions en un comunicado en respuesta a la demanda que interpuso la ciudad.
Sessions acusó a Chicago de haber optado "con orgullo" por "obstruir el sistema legal de inmigración" a unos "niveles sin par" en otras instituciones y aseguró que sus autoridades locales "han mostrado hostilidad" a hacer cumplir leyes diseñadas a "reducir el crimen".
"Asombra dado el aumento sin precedentes del crimen en Chicago, con el número de asesinatos en 2016 superando al de Nueva York y Los Ángeles juntos. Los líderes de la ciudad no pueden seguir unas leyes e ignorar otras y esperar que esta horrible situación mejore", dijo Sessions.
El fiscal general invitó al alcalde de Chicago a llevar a cabo un "reordenamiento de la práctica de la ley" que "reduzca la cultura anárquica que ha sitiado la ciudad".
"Es simple: Cumplir con la ley o renunciar a los dólares de los contribuyentes", concluyó.
Las ciudades santuario generalmente ofrecen asilo a los inmigrantes ilegales al rehusarse a utilizar recursos municipales para poner en vigor leyes de inmigración de carácter nacional. Decenas de gobiernos locales y ciudades, incluyendo Nueva York, Los Ángeles y Chicago, se han unido al creciente movimiento de las urbes santuario.