Desde entonces, el gobierno suspendió la construcción de la planta , cosa que, de acuerdo con los lugareños, puso un alto a las protestas; sin embargo, la Policía sigue teniendo gran presencia en la ciudad y la situación es tensa.
Un éxito contra el smog
Desde 2008, el gobierno chino ha dedicado grandes cantidades de energía y dinero al combate del problema de la calidad del aire. El primer ministro de China, Li Kequiang, declaró en 2014 la "guerra a la contaminación" , a la que considera "el semáforo rojo de la naturaleza contra el modelo de desarrollo ineficiente y ciego".
Aunque los problemas de smog de China no están cerca de resolverse —el país sigue albergando grandes centros urbanos que lidian con problemas de contaminación del aire—, hay indicios de avances. Por otro lado, en la vecina India, hay un problema mucho más grande, ya que alberga a 22 de las 30 ciudades más contaminadas, según el informe de Greenpeace/AirVisual.
Eso se debe en parte a que el gobierno indio no ha tenido que lidiar con la inconformidad considerable del pueblo por este tema. La presión del público es lo que motiva las políticas ambientales en China y, al parecer, no cesará.
En 2016, los manifestantes salieron a las calles de Chengdú con cubrebocas para exigir acciones para combatir el smog, mientras que otras manifestaciones se han opuesto a las plantas químicas y termoeléctricas de las provincias de Sichuan , Jiangsu y Heilongjiang en años recientes.