El futuro de la movilidad promete ser cada vez más eléctrico y autónomo. Un estudio de KPMG considera que en 2030 habrá tres fuerzas disruptoras para 2030: vehículos eléctricos y trenes motrices alternativos, vehículos autónomos e interconectados y servicios de movilidad on-demand.
La consultora Arthur D Little estima que la demanda de servicios de movilidad se duplique para 2050 en áreas urbanas y, con consumidores cada vez más hiperconectados, prevé un transporte más personalizado y en el que los pasajeros tendrán un mayor control.
Con una regulación y precios en un rango adecuado, los vehículos tienen el potencial de reducir significativamente los embotellamientos, la contaminación y el consumo de energía, impulsados principalmente por autos cada vez más inteligentes, que ‘aprendan’ de los datos que recolectan.
Estos son algunos de los vehículos que podrían hacer de esta tendencia una realidad.