Las violentas manifestaciones en varias ciudades de Chile dejaron al menos ocho muertos, cinco de ellos en un incendio en un fábrica saqueada en los disturbios, y más de 1,400 detenidos, pese al toque de queda impuesto por los militares en Santiago, que se mantiene hasta las 22.00 horas del domingo, para contener las protestas por el alza del transporte.
El presidente chileno, Sebastián Piñera, suspendió el sábado el alza del pasaje del Metro (de 800 a 830 pesos en el pasaje de horario punta) que detonó las manifestaciones en la capital, que luego se esparcieron a otras ciudades del país, pero las protestas no acabaron con el anuncio.