Muchos países toman medidas para prohibir la entrada a su territorio de viajeros procedentes de zonas de riesgo o imponen cuarentenas para tratar de protegerse de la epidemia.
36 países han impuesto restricciones a la entrada de personas procedentes de Corea del Sur, según Seúl, y otros 22 han impuesto medidas de cuarentena.
La Autoridad Palestina prohibió el jueves durante dos semanas el turismo en Cisjordania donde cerró la basílica de la Natividad en Belén, lugar de nacimiento de Jesús, según la tradición cristiana, tras la aparición de siete casos en este territorio ocupado por Israel.
En unas semanas, las mascarillas, los geles desinfectantes, los guantes, la ropa de protección y los lentes se han agotado en muchos países, que han tomado medidas para prohibir la exportación de material médico.
China teme ahora nuevas infecciones de individuos que regresan al país, como un estudiante chino que regresó el lunes de Irán a Shanghái.
La cuarentena en Wuhan y su provincia -epicentro de la epidemia- desde finales de enero parece que ha dado frutos, ya que el número de nuevos fallecidos está cayendo y más de 50.000 personas se han recuperado.
Sin embargo, estas medidas draconianas han paralizado la economía del gigante asiático y amenazan el crecimiento mundial.
Víctima colateral, la compañía aérea británica Flybe echó el cierre, hundida por una caída brutal del tráfico aéreo en el mundo.
En total, las compañías aéreas mundiales podrían perder 113,000 millones de dólares de ingresos, una crisis "casi sin precedentes", dijo este jueves la Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA).
Con información de AFP, EFE y Reuters