El gobierno de Japón anunció el miércoles 1 de abril que cada hogar recibirá dos mascarilla de tela reutilizables. Los habitantes de Hong Kong las usan en forma sistemática y además envían a sus familiares en el extranjero.
La reticencia de los países occidentales sorprendió a las autoridades asiáticas.
"El gran error de Estados Unidos y Europa, para mí, es que la gente no lleve máscaras", afirmó recientemente el jefe del Centro chino de Control y Prevención de Enfermedades, Gao Fu, en una entrevista en la revista Science.
Al asalto de Occidente
En Occidente las mascarillas se han destinado de manera casi exclusiva al personal médico. Sin embargo, en las últimas semanas, mientras los contagios siguen aumentado, varios países están cambiando sus políticas sobre sobre el uso de cubrebocas.
El cambio más radical se dio el domingo. Estados Unidos recomendó a sus ciudadanos a cubrirse el rostro cuando salgan a la calle para tratar de detener la propagación del nuevo coronavirus.
El presidente Donald Trump dijo desde la Casa Blanca que los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) urgen a la población a taparse la cara, usando bufandas o pañuelos, aunque evitando utilizar cubrebocas con el fin de reservarlos para los trabajadores de la salud.
A nivel local, los alcaldes de Nueva York, Bill de Blasio, y California, Eric Garcetti, ya habían recomendado a toda la población de estas ciudades el uso de cubrebocas.