Para el 16 de abril, se espera que el número de muertos por el virus se ubique entre 500 y 700, dijo Theresa Tam, responsable de Salud Pública durante una conferencia de prensa.
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"Estas cifras muestran que se debe hacer todo lo posible para controlar la epidemia", dijo, y pidió a los canadienses que sigan las pautas de aislamiento y distancia social para disminuir las estimaciones.
"Estos modelos no son bolas de cristal y no nos permiten predecir el futuro", agregó. Actualmente, el número de casos se duplica cada tres o cinco días, dijeron las autoridades, pero se negaron a predecir cuándo se alcanzaría el punto máximo de la epidemia en el país.
Las autoridades de Quebec, la provincia más afectada con más de la mitad de los casos en Canadá, estimaron que el pico podría alcanzarse a mediados de abril.
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El primer ministro, Justin Trudeau, ha estado bajo presión durante varios días para publicar proyecciones a nivel nacional, como ya lo han hecho las cuatro provincias más afectadas, que representan el 94% de los casos en todo el país: Quebec, Ontario, Alberta y Columbia Británica.