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Italia quiere regresar a la normalidad después de un mes de cuarentena

El país europeo, que tiene la mayor cantidad de muertes por covid-19 en el mundo, podría terminar su cuarentena el 14 de abril, pero los empresarios exigen un plan.
jue 09 abril 2020 05:04 AM
Economía.
"Las consecuencias sociales y económicas presentan el riesgo de producir daños irreversibles, probablemente más graves que los causados por el propio virus", indican en una carta 150 empresarios y académicos.

Los italianos, que han padecido 17.000 muertos por el coronavirus, soñaban este miércoles con reanudar una vida normal, alentados por las menores cifras cotidianas de hospitalizados en cuidados intensivos, luego de un mes de confinamiento generalizado.

Pero las autoridades insisten contra un abandono demasiado rápido de las medidas de precaución, que podría generar un rebrote aún mas fuerte de la pandemia de covid-19, que ya ha dejado más de 135,000 enfermos.

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Pese a señales alentadoras, como "la reducción de llegadas a las urgencias y a los cuidados intensivos (...) estamos en plena batalla" alertó el martes el ministro de Salud, Roberto Speranza.

"La única arma que nos queda es el distanciamiento social, el respeto de las normas. No podemos pensar haber ganado la batalla. La situación es, y sigue siendo, seria. No podemos subestimarla" agregó el ministro.

Según el principal diario italiano, Corriere della Sera, el jefe de gobierno Giuseppe Conte pidió el martes al Comité técnico y científico, que da consejos y opciones en la lucha contra la epidemia, que "elabore un programa sobre la fase 2".

"La protección de la salud es prioritaria, pero los motores (las empresas, nota del editor) del país no pueden permanecer apagados demasiado tiempo" dijo Conte en esa reunión con el Comité, según el Corriere.

¿Escuela en septiembre?

"El plan Conte para volver a empezar en dos etapas" titulaba el miércoles el diario La Stampa, propiedad del grupo Fiat.

"El gobierno planifica el nuevo renacer de Italia en dos etapas: después de Pascua las empresas deben retomar progresivamente sus actividades, mientras que el país en su conjunto podría volver a funcionar en mayo" escribe el rotativo.

La Stampa toma como ejemplo la agricultura, un sector esencial que nunca se detuvo.

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"La agricultura, para funcionar, necesita máquinas, y la posibilidad de repararlas. Hay que volver a abrir fábricas de maquinaria agrícola (...) y de actividades de reparación y mantenimiento" escribe el diario.

"Las tiendas artesanales podrían volver a abrir, igual que los pequeños comercios, a condición de poder garantizar el metro de distanciamiento social" explica el diario.

Los medios estiman que esta reapertura progresiva podría hacerse según el calendario siguiente: el 14 de abril, tras al lunes de Pascua, una parte de las actividades industriales podría reanudarse.

La fase dos, con el levantamiento progresivo pero más amplio de las restricciones --aunque respetando siempre el distanciamiento social-- podría iniciarse tras el puente del 1 de mayo, más exactamente el 4 de mayo.

"El discurso es diferente para las escuelas: solamente se habla de su reapertura para septiembre" cree saber el diario de izquierda La Repubblica.

El gobierno de Italia estudia otorgar un aprobado general a todos los estudiantes este curso, una medida que busca que ninguno se quede atrás como consecuencia de la emergencia del coronavirus, de acuerdo con información que publicó la agencia EFE el lunes.

Según el borrador de un decreto, que se público el lunes en los medios italiano, todos los estudiantes serán aprobados, con independencia de su nota en los primeros meses del curso escolar, y pasarán al siguiente de forma automática.

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No tendrán exámenes y serán calificados por su rendimiento en el año, también durante los últimos meses en los que han recibido educación a distancia.

Los empresarios desean volver

Muchos empresarios y académicos italianos están presionando al gobierno para que reabra las fábricas a fin de evitar una catástrofe económica, mientras el mundo observa cómo el primer país occidental en imponer el confinamiento va saliendo de unas medidas sin precedentes.

El coronavirus ha golpeado con más fuerza en las zonas industriales del norte de Italia, que generan un tercio de su producción económica del país.

"¿Cómo puedo pagar los salarios si no gano dinero? ¿Cómo puedo mantener a los clientes americanos si no estoy en disposición de respetar los contratos" dijo Giulia Svegliado, CEO de Celenit, una empresa productora de paneles aislantes industriales con 50 empleados en la ciudad norteña de Padua.

Unos 150 científicos y académicos italianos han publicado una carta en el diario financiero Il Sole-24 Ore, propiedad del lobby empresarial Confindustria, instando al Gobierno a desbloquear la economía.

"Las consecuencias sociales y económicas presentan el riesgo de producir daños irreversibles, probablemente más graves que los causados por el propio virus", rezaba la carta.

La mayoría de los empresarios comprenden la necesidad de los aislamientos para salvaguardar la salud pública. Después de todo, si se levantan las prohibiciones antes de que se frene la propagación del virus, la población puede no tener confianza para salir de sus casas y dedicarse al comercio.

La Organización Mundial de la Salud instó el martes a los países a no levantar las restricciones prematuramente.

Pero lo que preocupa a muchos en Italia y en otros lugares es la aparente falta de planificación por parte de las autoridades sobre cómo levantar las medidas de forma segura, ya que los Gobiernos se enfrentan a un enemigo imprevisible, invisible y desconocido, y la orientación científica evoluciona semanalmente.

Aún así, las empresas de la tercera economía más grande de la zona del euro están presionando al gobierno para que elabore una estrategia para una salida gradual del bloqueo.

"Espero que el Gobierno establezca normas estrictas de seguridad y nos dé la posibilidad de volver a trabajar", dijo Stefano Ruaro, fundador de Sertech Elettronica, un productor de componentes electromecánicos, electrónicos y de software en Vicenza.

Hasta ahora, las autoridades han dicho que las restricciones laborales se levantarían probablemente por sectores y no por zonas geográficas. También se ha hablado de distanciamiento social, de un uso más amplio de dispositivos de protección personal como las mascarillas, y del fortalecimiento de los sistemas locales de salud.

Se ampliarían las pruebas y el "rastreo de contactos", incluso con el uso de aplicaciones para teléfonos inteligentes y otras formas de tecnología digital, siguiendo los pasos de Corea del Sur.

Vicenza y Padua forman parte de Véneto, una de las regiones más afectadas de Italia junto con Lombardía y Emilia Romaña. La alta densidad de fábricas y los fuertes lazos económicos con China se han presentado como posibles razones del brote en la zona.

"Decimos esto en voz alta a las autoridades: "Dense prisa", dijo Cesare Mastroianni, vicepresidente de Absolute, un fabricante de yates de lujo de Piacenza, en Emilia Romaña. "El confinamiento ya ha causado un daño incalculable".

Los sindicatos han amenazado con ir a la huelga a menos que el Gobierno mantenga paradas las actividades no fundamentales. Proteger la salud está por encima de la riqueza, dicen, y aunque muchas empresas presionan por la reapertura de las fábricas, no van a poner en riesgo su personal.

"Tengo muchos pedidos pero no puedo reabrir mientras exista el riesgo de que los empleados se enfermen. Reabriré cuando los organismos responsables decidan lo que se puede hacer", dijo Gaetano Bergami, fundador de BMC, un productor de filtros de aire para la industria automovilística con 100 empleados.

Con una previsible caída del producto interior bruto de Italia del 6% este año, según las previsiones de Confindustria, la deuda pública disparándose hasta el 150% del PIB y miles de personas pidiendo ayudas al Estado, crece la presión sobre Conte para que presente un plan detallado de recuperación.

"No podemos esperar a que todo pase. Si nos mantenemos cerrados, la gente se morirá de hambre", dijo el ex primer ministro Matteo Renzi, líder del partido gobernante centrista Italia Viva, al periódico católico L'Avvenire.

Con información de AFP, EFE y Reuters

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