"Mientras nos preparamos para la siguiente ronda de negociaciones, quiero reiterar la posición del gobierno sobre el periodo de transición creado tras nuestras salida de la UE. La transición acaba el 31 de diciembre de este año. No pediremos una extensión. Si la UE lo pide, diremos que no", escribió Frost en su cuenta de Twitter.
Frost afirmó que una prórroga "serviría, simplemente", para "prolongar" las conversaciones y para "crear incluso más incertidumbre".
También consideró que cualquier demora para cerrar este divorcio podría obligar al Reino Unido a "pagar más a la UE en el futuro", al tiempo que "nos mantendría atados" a nuevas leyes comunitarias en un "momento en el que necesitamos control sobre nuestros asuntos".
"En resumen, al Reino Unido no le interesa una extensión", concluyó Frost.
La finalización de este plazo implica que el Reino Unido dejará de pertenecer a todas las estructuras comunitarias como el mercado único y la unión aduanera, por lo que de no llegar a un pacto, la nueva relación se basaría en las reglas fijadas por la Organización Mundial del Comercio.
Según los términos del acuerdo de retirada, el Reino Unido tiene hasta finales de junio para decidir si solicita una extensión del periodo transitorio, algo que han pedido algunos partidos de la oposición, pero que, hasta el momento, rechaza el primer ministro británico, Boris Johnson.