Por otro lado se incrementarán las multas para quienes infrinjan las reglas, afirmó Johnson, advirtiendo que "si hay problemas no dudaremos en echar el freno" a la desescalada.
Se impondrá también una cuarentena a las personas que entren al país en avión, avanzada el sábado por los operadores aeroportuarios calificándola de "catastrófica".
En una segunda fase "el 1 de junio como muy pronto", podrán reabrir comercios y escuelas primarias. Después, en julio, se prevé que reanuden su actividad "lugares públicos" como cafés y restaurantes que puedan respetar el distanciamiento.
Este desconfinamiento lento y progresivo es sin embargo "condicional" y dependerá de los resultados, advirtió el primer ministro.
"Si no podemos hacerlo en esas fechas, si el nivel de alerta no lo permite, simplemente esperaremos", enfatizó.
"Permanecer alerta"
El gobierno británico cambió su eslogan de "quedarse en casa" por el de "permanecer alerta", despertando nutridas críticas de la oposición, que denunció una falta de claridad peligrosa, a la espera de que Johnson comparenzca ante el Parlamento el lunes para dar explicaciones.
"Enviar mensajes contradictorios hace que la gente piense que está bien relajarse ahora", dijo la jefa del gobierno semiautónomo escocés, la independentista Nicola Sturgeon.
Las medidas decididas por Johnson se limitarán a Inglaterra, dado que Escocia, Gales e Irlanda del Norte determinan por sí mismas su desescalada.
Y se basarán en un sistema de alerta con cinco niveles, similar al que existe para la amenaza terrorista, que informará de la evolución de la pandemia.
"En este momento creemos que el país está en el cuatro en una escala de cinco, siendo el quinto el más preocupante", explicó a Sky News el ministro de Gobierno Local y Vivienda, Robert Jenrick.
Con las nuevas medias, esta semana el país entrará en el nivel tres, precisó Johnson.
La desescalada irá acompañada de la realización de cientos de miles de tests semanales -el objetivo es hacer 200,000 diarios a finales de mayo- y un sistema de rastreo mediante una aplicación móvil que advertirá a las personas cuando hayan estado en contacto con un infectado.