Esta apuesta riesgosa es inédita y es posible gracias al financiamiento de los Estados y de organizaciones no gubernamentales.
En el ensayo de Moderna, en la primera fase, tres grupos de voluntarios recibieron tres dosis diferentes y con un refuerzo pasados 28 días.
Según los primeros resultados, los científicos decidieron eliminar las dosis más fuertes después de las pruebas, ya que con menos cantidad se obtienen resultados.
La empresa anunció recientemente una asociación con el gigante Lonza para aumentar su capacidad de producción y poder fabricar hasta 1,000 millones en un año, si se confirma que la dosis más baja es efectiva.
"Estamos invirtiendo para escalar la fabricación y maximizar el número de dosis que podemos producir para ayudar a proteger a la mayor cantidad de gente del SARS-CoV-2", dijo el presidente ejecutivo de Moderna, Stéphane Bancel.
Las primeras pruebas realizadas en ratas mostraron que la vacuna impedía que el virus se replicara en los pulmones, indicó la empresa el lunes.
La compañía tiene firmados acuerdos con el fabricante de fármacos suizo Lonza Group AG y con el gobierno de Estados Unidos para producir cantidades masivas de su vacuna, llamada mRNA-1273, que además resultó ser segura en general y bien tolerada, según el laboratorio.
En los ensayos, una persona experimentó un enrojecimiento en la zona de la inyección, calificado como un efecto secundario de "grado 3". No se reportaron efectos secundarios graves, según la firma
Con información de AFP y Reuters