Una chica reparte unos panfletos a las personas que ve usando cubrebocas en los que puede leerse: “¡Quítate la mascarilla y enciende tu cerebro!” Algunas personas aseguran a Expansión que se manifiestan porque “ésta ha sido la última gota que ha colmado el vaso, en realidad muchos aquí protestan porque están descontentos, no por el coronavirus”. Ante la pregunta de qué habría ocurrido si, como en Madrid o en Milán, los hospitales de Berlín se hubiesen colapsado no quieren o no pueden responder aquí.

(FOTO: Carmela Negrete)
Alemania tiene una tasa de mortalidad muy baja en comparación con la mayoría de países por el COVID-19. Aunque en los últimos días el instituto de estadísticas Destatis aseguraba que en las últimas dos semanas la tasa de mortalidad estaba un 3% por encima de la normal de dichas fechas, es obvio que las medidas de contención como el liberar los hospitales de operaciones que pudiesen retrasarse ha llevado a salvar vidas. Sin embargo los ciudadanos que se manifiestan desde hace semanas creen que en realidad no ha habido un caos sanitario... porque todo es mentira.
En realidad, Bill Gates es el responsable de todo. Él habría comprado la Organización Mundial de la Salud, al gobierno alemán y a la propia canciller Angela Merkel. El objetivo es vacunar a toda la población e implantar un chip para controlar los movimientos. Aunque esta teoría suene peregrina, hay alemanes que creen cosas aún más absurdas, como que en realidad la pandemia es una cortina de humo para tapar una serie de secuestros de menores que las élites mundiales llevan a cabo a fin de extraer una hormona rejuvenecedora. El problema es tal, que la conferencia de Ministros del Interior de los diferentes estados quiere ocuparse de estas ideas conspirativas y sus consecuencias el próximo junio en Erfurt.