El debate en el Consejo Legislativo (Legco) de este proyecto de ley, acusado por el movimiento prodemocracia de atentar contra la libertad de expresión, tiene lugar tras la decisión de China de imponer a Hong Kong una ley sobre la seguridad nacional.
El proyecto de ley a debate en la cámara de Hong Kong pretende castigar hasta con tres años de cárcel cualquier ofensa al himno nacional chino.
Mientras, en Beijing el proyecto de ley de seguridad nacional específico para el enclave de Hong Kong, que pretende acabar con el movimiento prodemocracia, permitiría a las autoridades chinas establecer una agencia de inteligencia en el territorio semiautónomo.
Algunos centenares de manifestantes se reunieron brevemente durante la pausa del almuerzo en los barrios de Causeway Bay y Central, antes de ser dispersados por disparos de gas pimienta irritante.
"Ahora es como si, de hecho, hubiera un toque de queda", dijo a la AFP, Nathan Law, una figura del movimiento por la democracia.
Los diputados prodemocracia, que no poseen la mayoría en el parlamento, una institución parcialmente elegida por sufragio universal, han obstruido durante meses la votación de este texto.
A principios de mayo, los representantes electos pro-Beijing tomaron el control del Comité de la Cámara, encargado de revisar los proyectos de ley antes de que sean examinados. Los opositores calificaron este acto de inconstitucional.
Una segunda lectura del texto se incluyó en el sesión del miércoles, una tercera se celebrará la próxima semana, después de la cual este proyecto se convertirá en una ley si es aprobado.
Para los activistas a favor de la democracia, las manifestaciones son el único medio de hacer oír su voz en una ciudad sin verdadero sufragio universal.
La presidenta de Taiwán, Tsai Ing-Wen, anunció el miércoles un plan de acción "humanitario" para acoger a los militantes opositores de Hong Kong. El año pasado más de 5,000 buscaron refugio en esta isla, que desde hace décadas se opone al régimen comunista chino.
Con información de AFP y Reuters