Científicos británicos detuvieron el lunes un gran ensayo que había estado evaluando el uso del fármaco hidroxicloroquina en pacientes con la enfermedad COVID-19 después de que los resultados iniciales no mostraron pruebas de eficacia.
"Revisamos los datos y concluimos que no hay pruebas de un efecto beneficioso de la hidroxicloroquina en los pacientes hospitalizados con COVID, y decidimos dejar de inscribir pacientes en el ensayo de hidroxicloroquina con efecto inmediato", dijo Martin Landray, profesor de la Universidad de Oxford que codirige el ensayo Recovery.
"No sirve como tratamiento (para COVID-19)", añadió.
Sin embargo, tras darse a conocer las objeciones al artículo de The Lancet, algunos ensayos han sido reanudados. La OMS señaló el miércoles que reanudaría los ensayos clínicos del fármaco.
"Sobre la base de los datos de mortalidad disponibles, el grupo ejecutivo comunicará a los principales investigadores que pueden reanudar los ensayos con hidroxicloroquina", anunció el jefe de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, en una teleconferencia de prensa.
El ensayo clínico europeo Discovery "contempla" retomar la inclusión de ensayos con hidroxicloroquina, anunció el jueves el Instituto Nacional de Investigación en Salud de Francia, Inserm.
Los ensayos que se han mantenido
Algunos ensayos realizados en Canadá, Nigeria o México siguen su camino.
"Hay datos que prueban que la hidroxicloroquina ha funcionado en numerosos pacientes. Por eso vamos a continuar", declaró la profesora Mojisola Adeyeye, que dirige la agencia de medicamentos de Nigeria.
En China, cuna de la pandemia, solo se utiliza en el marco de los ensayos clínicos. Su eficacia, que la Universidad de Wuhan consideraba al principio prometedora, se ha puesto en entredicho en un prestigios hospital de Shanghái.
Con información de AFP y Reuters