"Introducimos esta cuarentena porque como el número de nuevas infecciones disminuye (en el Reino Unido), la proporción de infecciones procedentes del extranjero aumenta", explicó el ministro de Sanidad, Matt Hancock, en entrevista al canal de televisión Sky News.
"Espero realmente que la gente podrá tomar el avión, irse de vacaciones este verano, pero tenemos que empezar por adoptar una perspectiva prudente", añadió.
Se aplicaran controles aleatorios y quienes infrinjan la medida serán multados con 1,000 libras (1,266 dólares). Los transportistas, el personal sanitario, los jornaleros agrícolas y las personas procedentes de Irlanda estarán exentos.
El grupo hispanobritánico IAG (que incluye a British Airways, Iberia, Vueling, LEVEL y Aer Lingus) y sus rivales, la británica easyJet y la irlandesa Ryanair, han remitido una carta al gobierno como parte del proceso judicial que han iniciado para pedir a los tribunales que cancelen la cuarentena.
En la misiva, a la que tuvo acceso la agencia EFE, las aerolíneas aducen que la medida es "desproporcionada" e "injusta" e instan al Ejecutivo del primer ministro, Boris Johnson, a eliminarla porque, matizaron, "tendrá un efecto devastador para el sector turístico con la destrucción de miles de puestos de trabajo en esta crisis sin precedentes".