La presión recae sobre 10 bases que llevan los nombres de los generales del sur, el bando que perdió la Guerra Civil (1861-1865) y su esfuerzo por preservar la esclavitud.
La decena de bases están en el sur del país e incluyen Fort Bragg en Carolina del Norte; Ford Hood, en Texas, y Fort Benning, en Georgia, establecimientos donde se entrenan reclutas.
Esper y McCarthy "están abiertos a una discusión bipartidista", dijo el Pentágono, lo que requiere un consenso en el Congreso entre los demócratas, que claman por la retirada de esos nombres, y los reticentes republicanos.
Es poco probable que la decisión se tome antes de las elecciones presidenciales de noviembre.
"La ironía de entrenar en bases nombradas para quienes tomaron las armas contra los Estados Unidos y por el derecho a esclavizar a otro es ineludible para cualquiera que preste atención", escribió el destacado general retirado, David Petraeus en The Atlantic. "Ahora, tardíamente, es el momento de prestar tal atención", añadió.
El tema ganó visibilidad en 2017 después de que nacionalistas blancos y neonazis se movilizaran en Charlottesville, Virginia, para desafiar una campaña que pretendía derribar una estatua de Robert Lee, el general que dirigió las fuerzas confederadas del sur en la Guerra Civil.
Pero la inmovilidad de estos monumentos podría llegar a su fin. Así lo dejó ver el gobernador de Virginia, Ralph Northam, al anunciar el jueves que una estatua de Lee en Richmond, la capital de la Confederación, sería retirada.
¿México es racista? | #QueAlguienMeExplique
Con información de AFP