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América Latina aún espera lo peor de la pandemia de COVID-19, según la OPS

La región tendrá 400,000 muertes más hacia octubre; se espera que Chile y Colombia alcancen su pico de contagios en los próximos 15 días.
mié 01 julio 2020 05:04 AM
Situación delicada
Para la OPS, la región está “en medio del fuego” y todos los países deben estar preparados para al menos otros tres meses de casos.

América Latina y el Caribe registrarán más de 400,000 muertes por covid-19 para el 1 de octubre "si persisten las condiciones actuales", advirtió este martes la Organización Panamericana de la Salud (OPS) basada en un modelo de la Universidad de Washington.

"Se espera que América Latina y el Caribe tengan más de 438,000 muertes de COVID-19" en los próximos tres meses, dijo en rueda de prensa Carissa Etienne, directora de la OPS, oficina regional de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

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En el total del continente americano las muertes casi se triplicarán para el 1 de octubre, superando los 627,000 decesos, según el Instituto para la Métrica y Evaluación de la Salud de la Universidad de Washington (IHME).

Esta proyección incluye a Estados Unidos, el país más afectado del mundo, y en el que el IHME prevé más de 175,000 muertos en los próximos tres meses.

“Bajo las condiciones actuales en América del Sur, países como Chile y Colombia verán el pico de casos de aquí a la mitad de julio, mientras que Argentina, Bolivia, Brasil y Perú, lo verán en algún momento de agosto”, informó Etienne.

México, El Salvador, Guatemala, Honduras, y Panamá, verán el pico en agosto, mientras que Costa Rica, en octubre.

“Es importante enfatizar que estas proyecciones se convertirán en realidad solo si las condiciones actuales se mantienen. Esto significa que los países pueden cambiarlas si toman las decisiones correctas e implementan medidas de salud estrictas y comprobadas”, aseguró Etienne.

La directora regional del organismo dijo que todos los países deben estar preparados para al menos otros tres meses de casos y tienen que tomar y actualizar decisiones considerando las condiciones de salud, así como las económicas, para minimizar el impacto de la pandemia especialmente en aquellos que viven del trabajo informal.

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También alertó sobre "otros retos" para la región, como la llegada de la gripe estacional en el Cono Sur sudamericano, que puede complicar a los servicios de salud.

El continente americano es la región del mundo que concentra actualmente la mayor cantidad de contagios y muertes del nuevo coronavirus, declarado pandemia por la OMS a mediados de marzo. Pero Etienne destacó que los números totales "solo cuentan parte de la historia".

Reaperturas graduales: la clave para contener los contagios

Etienne dijo que los países que planean relajar las medidas de confinamiento deben adoptar un enfoque escalonado basado en las condiciones locales y estar preparados para imponer nuevamente medidas preventivas si la situación epidemiológica cambia.

"La clave es pensar tanto a nivel nacional como local y basar las decisiones en los últimos datos. Cuanto más granular sea nuestra comprensión de dónde ataca el virus, más dirigida será nuestra respuesta. Como estamos viendo, los países, estados y ciudades que no adoptan medidas preventivas o relajan las restricciones demasiado pronto pueden verse inundados de nuevos casos", indicó Etienne.

La especialista aseguró que el tiempo es crítico, y que se debe abrir gradualmente, adoptando un enfoque escalonado que se base en una sólida vigilancia, la información procedente de los datos y una mayor capacidad de seguimiento de contactos y prueba. “Si la situación cambia y las infecciones aumentan, las localidades y los países deben ajustar el rumbo rápidamente, añadió.

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Etienne afirmó que la reapertura requiere medidas de salud pública para rastrear nuevos casos y desarrollar la capacidad suficiente para detectar y controlar nuevos brotes. "La transmisión en el área debería estar disminuyendo de manera sostenible, las muertes deberían disminuir y las tasas de ocupación de las camas hospitalarias deberían ser bajas" antes de que se relajen las restricciones, agregó.

Necesitamos pruebas, pero también necesitamos que los resultados de las pruebas se informen rápidamente para pintar un panorama preciso", dijo Etienne. "Cualquier persona con síntomas debe tener la orientación y el apoyo necesarios para reducir la posibilidad de transmitir a los demás", indicó.

El rastreo de contactos, cuando está anclado a un sistema de atención primaria fuerte, puede ayudar a reducir el riesgo de transmisión entre las comunidades vulnerables y el sistema de salud necesita suficientes camas hospitalarias y unidades de cuidados intensivos para proporcionar atención a casos graves.

Hasta el 29 de junio se habían notificado 5.1 millones de casos y más de 247,000 muertes debidas a COVID-19 en las Américas.

"A menudo escuchamos sobre el número de casos en grandes países como Brasil, México o Estados Unidos sin la apreciación de su considerable diversidad social y geográfica. De hecho, conviven múltiples curvas epidemiológicas tanto dentro de nuestra región como dentro de cada país, y las respuestas de salud pública deben adaptarse a estas situaciones específicas", explicó.

Con información de AFP

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