La policía de Hong Kong detuvo el miércoles a 370 personas durante protestas, y a una decena se les aplicó la nueva ley de seguridad apenas 24 horas después de ser promulgada por Beijing.
Organizaciones del llamado movimiento prodemocrático como Demosisto han decidido disolverse para sortear la ley, que establece penas de hasta cadena perpetua para delitos de "secesión, subversión contra el poder estatal (cargo habitualmente usado contra disidentes y críticos), actividades terroristas y confabulación con fuerzas extranjeras para poner en riesgo la seguridad nacional".
En opinión de muchos juristas, la ley es más draconiana de lo previsto y no solo para los habitantes de la ciudad. El colegio de abogados de Hong Kong afirma estar "profundamente preocupado" por la ley, ya que su formulación muy vaga socava la independencia de la justicia en la antigua colonia británica.
Muchos activistas hongkoneses que se oponen a Beijing replantean ahora su estrategia. Temen que China pueda usar el texto para perseguirles por sus ideas.
Uno de los fundadores de Demosito, Nathan Law, anunció este jueves que huyó del territorio chino tras la promulgación de la ley de seguridad nacional por Beijing.
"Ya he abandonado Hong Kong y continuaré con mi activismo en el plano internacional", dijo Law en un breve mensaje en inglés enviado a periodistas, sin especificar su paradero