Se trata de la cifra más baja en una década, menor cifra de la pasada década según un informe presentado este lunes por Naciones Unidas que, sin embargo, advierte de que la cifra de decesos podría dispararse este año como consecuencia indirecta de la pandemia de COVID-19.
También el número de seropositivos con acceso a los tratamientos antirretrovirales no deja de aumentar, con 25.4 millones de un total de 38 millones, es decir, dos tercios del total, un porcentaje histórico.
Pero la COVID-19 podría revertir la tendencia, advirtió el informe anual de ONUSIDA.
"Los objetivos globales para el VIH establecidos para 2020 no serán alcanzados", dijo la agencia contra el sida de la ONU en un reporte. "Incluso las ganancias logradas podrían perderse y el progreso podría estancarse más si no actuamos".
Esta interrupción podría frustrar los compromisos de 2020, que se resumen en la fórmula 90-90-90, es decir, que el 90% de las personas con sida estén al tanto de su condición, que el 90% de estas últimas estén bajo tratamiento y que el 90% de este grupo tenga una carga viral indetectable.
En 2019, estos porcentajes eran de 81%, 82% y 88%, con disparidades regionales.
La interrupción de tratamientos y el acceso más difícil a los antirretrovirales por los confinamientos y cierres de fronteras durante la pandemia podrían causar hasta medio millón de muertes anuales adicionales.