Sentados en las gradas a más de un metro de distancia unos de otros, con la prohibición de moverse, deben escuchar los mensajes preventivos hasta el amanecer. Después los dejan en libertad pero bajo la obligación de autoconfinarse.
En el estadio, los altavoces transmiten las reglas de prevención y los animan a convertirse en embajadores de la lucha contra el nuevo coronavirus.
En algunos casos pueden elegir entre pasar la noche en el estadio o pagar una multa de unos 25,000 francos ruandeses en el caso de un particular (unos 22 euros, 26 dólares), en un país donde un camarero gana entre 50 y 100 euros (entre 58 y 117 dólares) al mes.
"Me detuvieron dos veces y pasé la noche en el estadio cada una de ellas. La primera me pillaron después del toque de queda y la segunda, también. La alternativa era pagar una fuerte multa, pero no tengo dinero, estoy buscando trabajo", cuenta Elly Niganze, de 25 años.
Según la policía, estas detenciones desempeñan un papel crucial para frenar la epidemia.
Pero los que terminan en los estadios son, paradójicamente, los afortunados. Otros han estado detenidos más tiempo y podrían llegar a ser procesados por "rebelión contra las autoridades", un delito sancionable con un año de prisión en Ruanda.
La mayoría de ellos son periodistas y blogueros que han intentado investigar sobre la epidemia en el país. Uno de ellos es Dieudonné Niyonsenga, un bloguero detenido en abril cuando trataba de documentar los efectos de la epidemia en los sectores más pobres de la población.
Antes de su detención, investigaba acusaciones de violaciones presuntamente cometidas por soldados encargados de hacer cumplir el toque de queda. Le acusan de usurpación de identidad, fraude y rebelión.
Human Rights Watch (HRW) pidió a las autoridades ruandesas que "pongan fin a las detenciones arbitrarias, incluidas las de periodistas y blogueros que intentan sacar a la luz los abusos".
También pidió a las autoridades que investiguen "las denuncias de asesinato, violaciones y otros delitos graves contra las fuerzas de seguridad durante el confinamiento".
Con información de AFP