Esa clasificación autoriza a los prefectos a limitar los desplazamientos de personas y vehículos, prohibir ciertas concentraciones de gente o cerrar de forma provisional restaurantes, museos o mercados, entre otros puntos, cuando se considere necesario.
Entre estas zonas está París, donde, para intentar frenar los contagios, Castex anunció que el uso de la mascarilla será obligatorio en toda la ciudad a partir del viernes a las 08:00.
Su uso ya era obligatorio en el transporte público, los lugares cerrados y las calles más transitadas, bajo pena de una multa de 135 euros (159 dólares).
Frente al repunte del virus, "nuestro objetivo es hacer todo lo posible para evitar un reconfinamiento general así como una afluencia masiva de pacientes" como la que vimos en la primavera, insistió el primer ministro.
El gobierno puso fin a mediados de mayo a casi dos meses de un estricto confinamiento durante el cual se logró contener el avance de virus.
Francia notificó este miércoles un pico de 5,429 nuevos casos de contagio, la cifra más alta desde que se realizan pruebas de diagnóstico a gran escala, según los últimos datos de las autoridades sanitarias.
Supone además un aumento notable con respecto a los 3.304 casos notificados el martes y la media aproximada de 3,000 diarios de las últimas semanas, aunque la barrera de los 4,000 también ha sido superada en varias ocasiones en agosto.
El número de hospitalizaciones está también en aumento, con más de 800 pacientes ingresados a nosocomios por semana, frente a 500 hace 6 semanas, según las cifras publicadas el miércoles por las autoridades de salud.
En Francia 30,544 personas han fallecido por una infección de coronavirus desde principios de marzo y 4,600 permanecen hoy ingresadas por la enfermedad.
Con información de AFP y EFE