Donald Trump fue el primero: su gobierno firmó contratos que garantizan al menos 800 millones de dosis de seis fabricantes, para 330 millones de habitantes, que se comenzarán a entregar desde finales de año.
"Estados Unidos está potencialmente en posición de tener demasiadas vacunas si todos los proyectos en los que ha invertido tienen éxito", dijo el gerente general de la Cepi, Richard Hatchett, en entrevista con AFP.
Este estadounidense puede entender, dice, que los dirigentes nacionales sirven prioritariamente a sus ciudadanos, pero pide a Washington que se comporte como un "líder" mundial y comparta sus dosis con otros países, algo que por el momento no está en los planes de Trump.
"Tenemos que persuadir a los líderes mundiales de que mientras la vacuna esté disponible en estas cantidades inicialmente limitadas debe compartirse a nivel mundial, que no debería darse el caso de que solo un puñado de países reciba todas las vacunas disponibles en el primer semestre de 2021", sostiene Hatchett,
El gerente general de la Cepi teme que se repita el escenario de 2009, cuando los países ricos habían reservado las primeras vacunas contra la gripe H1N1.
La preocupación de Hatchett, compartida por varias organizaciones, condujo a crear un dispositivo, el Covax, para comprar y distribuir equitativamente 2,000 millones de dosis en 2021 por iniciativa de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Cepi y la Alianza para la Vacuna, Gavi.