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Israel volverá a confinarse tres semanas ante una segunda ola del coronavirus

El gobierno de Benjamín Netanyahu decidió establecer una nueva cuarentena después de un crecimiento de casos que amenaza con colapsar los hospitales.
lun 14 septiembre 2020 06:22 PM
Decisiones
Las autoridades impusieron la semana pasada un toque de queda a unas 40 ciudades del país, en particular en las ciudades árabes y judías ultraortodoxas.

Tras meses y meses de intentar evitarlo, Israel anunció hoy que el país deberá someterse, a partir del viernes, día 18, y durante tres semanas, a un nuevo confinamiento para frenar la segunda oleada del coronavirus, que no da tregua y le ha llevado a tener uno de los mayores índices de contagios del mundo.

El gobierno israelí advertía desde hace semanas con la posibilidad de un nuevo cierre total. Mientras para algunos no era más que una amenaza para conseguir una mayor adhesión social a las normas de distanciamiento, otros se lo tomaron más en serio y esperaban con terror las cifras diarias de nuevos casos.

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Las autoridades sanitarias advirtieron de que habría un nuevo confinamiento si se superaban los 2,000 positivos diarios. Se superaron durante semanas, y señalaron entonces que esperarían a ver si bajaban.

Hoy, tras superarse la semana pasada los 4,000 contagios en 24 horas, con los hospitales encaminados a la saturación y la cifra de casos graves en alza, el confinamiento finalmente se convirtió en realidad.

A partir de agosto, con la reapertura de colegios y la masiva celebración de bodas y otros festejos, la tasa de infección en Israel ha vuelto a subir con 156,823 casos de COVID-19, incluyendo 1,126 muertes, para una población de nueve millones de habitantes.

El domingo, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, anunció un reconfinamiento nacional a partir del viernes para la fiesta de Rosh Hashaná (Año Nuevo judío), que continuará durante Yom Kipur y terminará en el último día de Sucot, alrededor del 10 de octubre próximo.

La guerra contra el coronavirus se libra en Israel hasta en el drenaje

Durante este período, los israelíes no podrán desplazarse más de 500 metros de su domicilio -con la excepción de actividades deportivas individuales- y las escuelas, hoteles y centros comerciales permanecerán cerrados.

Además, regirá un límite de hasta diez personas en reuniones en espacios cerrados y de 20 al aire libre.

Los supermercados y farmacias podrán seguir funcionando pero el resto de comercios únicamente podrá realizar envíos a domicilio.

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El sector público disminuirá sus trabajadores al mínimo y el privado podrá seguir t
trabajando con normalidad pero no estará permitido recibir clientes.

Las autoridades impusieron la semana pasada un toque de queda a unas 40 ciudades del país, en particular en las ciudades árabes y judías ultraortodoxas, con la esperanza de frenar la propagación del virus, lo que no impidió el aumento del número de casos, con hospitales y personal médico "desbordados" según Netanyahu.

Hartzazgo

"Sé que estas medidas tienen un coste alto para todos nosotros", dijo el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, tras anunciar la decisión. "Pero solo si cumplimos las reglas, y confío en que lo haremos, derrotaremos al virus", agregó.

Sin embargo, los israelíes viven con una mezcla de cólera y decepción la decisión del gobierno.

"Estoy realmente deprimida, voy a estar otra vez sola durante las fiestas (...) sin mis hijos y mis nietos" se lamentó con la AFP Rivka Vakninla, de 70 años. "¿Por qué ahora durante las fiestas?" dijo en referencia a la época del confinamiento.

Los israelíes aceptaron en mayor o menor grado el primer confinamiento de marzo-abril, que coincidió con la Pascua judía, pero esta vez son evidentes el hartazgo y la incomprensión.

"¡Es injusto!", comentó Eti Avishaï, una costurera de 64 años.

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"No han impedido las grandes aglomeraciones en las sinagogas, las bodas y otros eventos [en los últimos meses] ¡Y ahora no voy a poder estar con mis hijos y nietos durante las fiestas!".

El estado de ánimo es compartido por Barak Yeivin, de 56 años, director del conservatorio de música y danza de Jerusalén: "En lugar de hacer respetar los reglas de forma estricta, como la mascarilla y la prohibición de reuniones, nos castigan colectivamente", dice.

Ministros divididos

La decisión de aplicar un nuevo confinamiento fue alcanzada tras una reunión del Gabinete de Ministros de más de siete horas que, según medios locales, incluyó gritos y acusaciones cruzadas y que estuvo marcada además por la renuncia del ministro de Construcción y Vivienda, el ultraortodoxo Yaakov Litzman.

Durante el debate, además, fueron varios los ministros que alertaron sobre el daño que esta medida podría causar a la economía.

Amir Peretz, titular de Economía, advirtió de que "la crisis económica no es menos grave que la sanitaria" y propuso reemplazar el confinamiento por un toque de queda nocturno que permita a los comercios seguir operando durante el día.

Colectivos de trabajadores también mostraron su rechazo a esta decisión durante los últimos días, incluyendo ayer en la habitual protesta multitudinaria semanal contra Netanyahu que se repite desde hace meses en varios puntos del país.

Con información de AFP y EFE

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