Berlín va a contraer 96,200 millones de euros (112,480 millones de dólares) de nueva deuda en 2021, tras el monto récord de 217,800 millones de euros (253,000 millones de dólares) asumidos en 2020, lo cual implica abandonar por segundo año consecutivo este rigor que tanto caracteriza a las finanzas alemanas.
"Ante la crisis, no vamos a ahorrar", aseguró Scholz, considerando que "no hacer nada costaría mucho más caro".
El país, cuya deuda se espera alcance el 75% del PIB en 2021, contra el 59.5% en 2019, está incumpliendo por segunda vez sus estrictas normas constitucionales.
El "freno al endeudamiento", inscrito en la Constitución alemana desde 2011, prohíbe al gobierno federal tomar prestado cada año más del 0.35% de su PIB.
Sin embargo, el ejecutivo puede, en circunstancias excepcionales, pedirle autorización a la cámara de diputados para superar ese límite.
55,000 millones en inversiones
El proyecto de presupuesto será presentado ahora ante el parlamento alemán para que sea definitivamente adoptado. El gobierno estima que el PIB retrocederá este año un 5.8% y prevé un crecimiento de 4.4% para 2021.
La crisis provocada por la pandemia de COVID-19 es una "situación histórica y excepcional", justificó Olaf Scholz.
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Los ingresos fiscales de la primera economía de la zona euro, lastrados por la crisis económica, cayeron en 2020 hasta los 264,400 millones de euros (unos 308,000 millones de dólares), contra los 329,000 millones de euros (unos 384,000 millones de dólares) de 2019.