Dada la condición de México en este rubro, gran parte de la generación y adquisición de competencias y capacidades científicas y tecnológicas debe derivarse de la adaptación y de la copia de tecnologías y métodos originados en países más desarrollados; este esquema puede ayudar al cierre de brecha tecnológica del país, mediante la adopción y asimilación de tecnologías que resultan especialmente interesantes para atender necesidades de carácter social.
Otro elemento que no debiese de quedar fuera de la nueva propuesta de Ley General es la creación de mecanismos para el intercambio de información técnica entre organismos estatales, federales y las empresas; hasta hoy el país no ha avanzado lo suficiente en lo referente al desarrollo de tecnologías nacionales y los mejores esfuerzos en este rubro se siguen dando de manera descentralizada, desvinculada de la realidad nacional y con escaso apoyo del gobierno.
Un ejemplo de la brecha que existe entre la capacidad científica generada en el país y su impacto en la realidad nacional lo tenemos en las importaciones de tecnología, las cuales al 2017 tuvieron saldo negativo por 170.87 mil millones de dólares (mdd), lo que significó una tasa de cobertura de 0.56%; comparada con otras naciones se tiene que, en el caso de Alemania fue 1.34%, para Israel fue 4.38% y para Finlandia fue 2.15%. Esta tasa representa equilibrio comercial cuando su valor es igual a la unidad, dependencia tecnológica cuando es menor a la unidad y cuando es superior a la unidad representa un país netamente exportador de bienes de alta tecnología.
Aun sin el apoyo del gobierno en materia de ciencia y tecnología, la industria mexicana debe acercarse a la adopción y posterior desarrollo de tecnologías que no solo les lleven a la generación de aumentos de productividad, sino que también les permita agregar mayor valor a través de la incorporación de la ciencia y la tecnología en el desarrollo de mejores soluciones a los retos de la sociedad y el mercado.
Este planteamiento puede verse favorecido por las grandes dimensiones del mercado nacional que, entre otras cosas, puede crear economías de gran escala en la producción y, asimismo, la existencia de redes internacionales facilitaría la comunicación entre innovadores y permitiría la difusión relativamente rápida de tecnologías y procedimientos óptimos.
OPINIÓN. Estructura productiva: entre demanda y oferta de innovación y conocimiento
Asimismo es imperativo el asegurar que los avances de la ciencia y la tecnología alcancen a sectores rezagados como la agricultura, por ejemplo; los avances en química de suelos podrían mejorar la productividad de los agricultores mexicanos, en ello el gobierno por la vía de la asignación de apoyos específicos podría incentivar a que la investigación universitaria en agricultura se enfoque en actividades de extensión dirigidas a i) vincular la investigación con problemas prácticos y ii) difundir los resultados de la investigación académica entre potenciales usuarios.