"Hablamos de tres países que tiene gravísimos problemas incluso de viabilidad constitucional, problemas de corrupción, violencia, tráfico de armas, narcotráfico. (...) Hoy por hoy, la capacidad institucional de los países del Triángulo Norte es nula", dijo Urbano.
En el caso de México, en junio de 2019, el gobierno de Donald Trump amenazó con imponer un arancel del 5% a todas las importaciones provenientes del país sino controlaba la llegada de migrantes centroamericanos a la frontera entre ambos países.
Las amenazas culminaron en negociación por la cual México aceptó desplegar a 7,000 elementos de la Guardia Nacional, para frenar el avance de los migrantes hacia la frontera con Estados Unidos.
"Es una gran diferencia. Si bien Obama presionó a México, lo hizo con base por lo menos en un discurso de cooperación y responsabilidad compartida y no lo que hemos visto con Trump", dijo Meyer.
Este foco de las relaciones México-Estados Unidos no ha permitido el desarrollo de otras aristas del trato entre ambos países que también pueden ser muy importantes, lamenta Meyer.
"Ahora la relación de Estados Unidos con México y de Estados Unidos con Centroamérica es primordialmente sobre temas migratorios, y no todo lo demás que hay en una agencia bilateral, en particular en un país como México, que tendría que ver con la seguridad, la economía, de cooperación transfronteriza en delitos transnacionales, por ejemplo", lamentó la vicepresidenta de la WOLA.