Un cambio de estrategia
Los demócratas dicen que su ventaja en la votación anticipada ha permitido a la campaña presidencial de Joe Biden aguzar su operación para impulsar la participación al tener un universo más pequeño al que apuntar, mientras que los republicanos se preparan un todo o nada para conseguir los votos para el presidente Donald Trump el 3 de noviembre.
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La votación anticipada, tanto por correo como en persona, ha alcanzado cifras récord, con los estadounidenses animados por una elección muy significativa, pero también preocupados por el hacinamiento en centros de votación durante la pandemia del coronavirus.
Los datos de los estados sobre quién ha votado anticipadamente muestran que las papeletas emitidas por los demócratas registrados hasta ahora superan a las emitidas por los republicanos registrados.
Los republicanos sostienen que las votaciones demócratas anticipadas se han limitado a "canibalizar" el voto de Biden del día de las elecciones, y que la mayoría de los demócratas simplemente votaron un día diferente.
La campaña de Biden reconoció que muchos, si no la mayoría, de sus primeros votantes habrían aparecido el día de las elecciones de todos modos. Sin embargo, el hecho de tener tantos votos ya emitidos les permite centrar sus recursos en convencer a los votantes poco frecuentes para que acudan a las urnas o en persuadir a independientes o incluso a los de tendencia republicana que aún no se han decidido, dijeron funcionarios.