La vacunación comenzará una vez que las autoridades sanitarias den su autorización final, y se prevé que se inicie "a finales de diciembre o comienzos de enero", con prioridad inicialmente a "lo más frágiles, especialmente personas de más edad", afirmó.
"No haré que la vacunación sea obligatoria", aseguró el presidente, en un país donde cerca de la mitad de la población dice que no desea vacunarse, según varias encuestas recientes.
Macron afirmó que Francia "se ha asegurado el número de dosis" suficiente para "una campaña rápida y masiva" de vacunación que llegue a toda la población, y precisó que en primavera llegará "una segunda generación" de vacunas.
Un desconfinamiento por etapas
Macron detalló una salida progresiva y por etapas del actual confinamiento, en vigor desde el 30 de octubre.
Para impulsar la ya muy golpeada economía francesa en las semanas previas a Navidad, los comercios no esenciales, como las librerías, jugueterías o tiendas de ropa, podrán volver a abrir a partir de este sábado, pero con horarios limitados y con un estricto protocolo sanitario negociado con los profesionales del sector.
Los niños podrán reanudar las actividades extracurriculares al aire libre a partir de la misma fecha y los lugares de culto podrán reabrir el sábado pero con un máximo de 30 personas.