En mayo, el Departamento de Justicia, dirigida por Bill Barr, uno de los aliados más sólidos de Trump, decidió abandonar las acciones judiciales contra él, una decisión muy inusual cuando el acusado ha reconocido su culpabilidad.
Una nueva administración podría haber reabierto el caso, pero el indulto de Trump cierra definitivamente esa posibilidad.
"Este indulto es injustificado, contrario a los principios y deja una mancha adicional" en el balance de Trump, criticó el congresista demócrata Jerry Nadler, que preside el Comité Judicial de la Cámara de los Representantes.
El presidente "ha concedido este indulto para animar a Flynn a dar marcha atrás en su promesa de cooperar con los investigadores federales, una cooperación que podría haber expuesto las fechorías del presidente", añadió Nadler.
Una trayectoria polémica
Flynn también se desempeñó como jefe de la Agencia de Inteligencia de Defensa del Pentágono, pero fue expulsado en 2014 en parte debido a su estilo de gestión y sus opiniones sobre cómo luchar contra la militancia islamista.
Se unió a la campaña electoral de Trump en 2016 y en la Convención Nacional Republicana de ese año dirigió a los partidarios en cánticos de "Enciérrala", en referencia a la candidata demócrata Hillary Clinton.
Otros ex ayudantes de Trump fueron condenados por delitos federales tras la investigación de Rusia.
El viejo amigo y asesor de Trump, Roger Stone, fue sentenciado el 20 de febrero a tres años y cuatro meses de prisión por obstrucción de la justicia, manipulación de testigos y mentir a los legisladores que investigan la interferencia electoral rusa.
Paul Manafort, ex presidente de campaña de Trump, fue sentenciado el año pasado a tres años y medio de prisión después de ser declarado culpable de cabildeo ilegal y manipulación de testigos, lo que combinado con una sentencia en un caso relacionado equivalía a un período de más de siete años tras las rejas.
Con información de AFP y Reuters