Por eso, el propio Biden destaca sobre su hombre de confianza que se trata de un "diplomático ejemplar con décadas de experiencia (...) que comparte mi más profundo sentimiento de que la inteligencia debe ser apolítica y creo que a sus profesionales les debemos gratitud y respeto".
"Comparte mi convicción profunda de que la inteligencia debe ser apolítica", añadió el presidente electo, que asumirá sus funciones el 20 de enero.
"Bill", como se le llama afectuosamente a Burns, es un experto en Rusia, un dato extremadamente relevante en un momento en que la relación entre Washington y Moscú está más dañada que nunca.
El diplomático fue embajador en Rusia entre 2005 y 2008, y ocupó altos cargos en el departamento de Estado.
Burns debe suceder a Gina Haspel, directora del a CIA desde 2018, sustituta a su vez de Mike Pompeo, uno de los mayores fieles a Trump, cuando el presidente republicano le nombró secretario de Estado.
Burns debe ser confirmado por el Senado, en el que los demócratas de Biden tienen la mayoría.
Biden ha pedido al Congreso que confirme a su equipo de seguridad nacional lo más cerca posible del 20 de enero, cuando asumirá el cargo, pero aún enfrenta la perspectiva de tener pocas personas designadas de forma permanente cuando tome el poder.
Según la cadena CNN, el presidente electo comentó, confiado, que "con él como nuestro próximo director de la CIA, los estadounidenses podrán dormir tranquilos".