Los senadores republicanos Ben Sasse, Lisa Murkowski y Pat Toomey, así como el representante Adam Kinzinger, han exigido la dimisión del presidente. Trump "cayó en un nivel de locura (...) absolutamente impensable" desde que el demócrata Joe Biden le ganó las elecciones de noviembre, dijo Toomey a la cadena CNN.
Otros republicanos que habían apoyado a Trump en los últimos cuatro años han marcado su distancia con el mandatario: el presidente del Senado, Mitch McConnell; el vicepresidente Mike Pence; la secretaria de Transporte, Elaine Chao, y la secretaria de Educación, Betsy DeVos. Las dos últimas renunciaron a sus puestos tras el asalto al Congreso cuando sesionaba para confirmar la victoria de Biden.
McConnell, a quien la revista New Yorker calificó en abril de 2020 del "Facilitador en jefe" del presidente , dijo que no planea volver a hablar con Trump.
Los hechos de esta semana marcaron un punto de inflexión para el liderazgo republicano. La victoria de dos candidatos demócratas en Georgia, un estado que había votado solo por republicanos para el Senado desde el 2000, es una muestra de que el apoyo a Trump les pasó factura también en las urnas.
Kelly Loeffler y David Perdue, los dos republicanos que buscaban conservar sus escaños, fueron fervientes defensores del presidente durante sus campañas.