"Tenemos que destruir una cultura que manipula la información y también de inventar hechos", dijo Joe Biden.
La ausencia de Trump en la ceremonia marcó un hito en 150 años de tradición republicana, pero su gobierno estuvo representado por el vicepresidente saliente, Mike Pence.
La ceremonia, que ya había sido reducida por la pandemia, quedó además marcada por la toma del Capitolio el pasado 6 de enero, que obligó a un despliegue de seguridad sin precedentes en Washington, donde el tráfico está cortado en todo el centro de la ciudad y hay miles de efectivos de la guardia nacional desplegados.
Un presidente para todos
Biden llamó a los estadounidenses a unirse, en un discurso que marca otro contraste con su predecesor.
"Me comprometo a lo siguiente, voy a ser el presidente de todos los estadounidenses. Voy a luchar todo lo que pueda por los que me apoyaron y por aquellos que no me apoyaron también", dijo el demócrata.
También señaló que, aunque parezca ingenuo, es posible sanar las heridas y cerrar la división que reina ahora en Estados Unidos. "Aquí tenemos a la primera mujer vicepresidenta. No me digan que las cosas no pueden cambiar", señaló.
La llegada al poder de Biden marca también un día histórico para Estados Unidos, ya que Kamala Harris juró como la primera vicepresidenta del país. También es la primera persona afrodescendiente y la primera persona de origen asiático que ocupa el segundo puesto más importante de Estados Unidos.
El presidente también señaló que su país volverá a cooperar con los aliados de Estados Unidos. "Aquí esta el mensaje a las otras naciones: trabajaremos con el mundo no para superar los retos del ayer, sino los retos del presente y del futuro".
Con información de AFP y Reuters