Con esto, el gobierno finlandés busca reducir más el tráfico transfronterizo, para evitar la propagación de las nuevas variantes del virus SARS- CoV-2, causante del COVID-19, de las que ya se han detectado más de 100 contagios en el país.
Hasta ahora estaba permitida la llegada de extranjeros por motivos laborales, pero en adelante sólo podrán entrar en Finlandia quienes realicen "un trabajo importante para el funcionamiento de la sociedad o para la seguridad del suministro", según explicó el ejecutivo finlandés en un comunicado.
Estos trabajadores deberán presentar en el control fronterizo un formulario expedido por su empresa que justifique que la labor que vienen a hacer es esencial y que debe realizarse sin demora.
La lista de trabajadores considerados esenciales incluye, entre otros, al personal sanitario, diplomáticos, periodistas extranjeros, transportistas y empleados de organizaciones internacionales.
Las nuevas restricciones no afectarán a los ciudadanos finlandeses ni a los extranjeros residentes en Finlandia, a quienes la Constitución reconoce el derecho a entrar y salir del país libremente.
También están exentos los familiares cercanos, los estudiantes extranjeros, los solicitantes de asilo y los miembros de varios "grupos especiales" que lleguen con una invitación, entre ellos los profesionales del deporte, la cultura y los negocios.