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Alberto Fernández pide acabar con la “payasada” en el caso de la vacunación VIP

El presidente de Argentina, que está de visita en México, dijo que si hay más responsables en el escándalo dentro de su gobierno, tendrán que irse.
mar 23 febrero 2021 01:10 PM
Un escándalo mayor
El escándalo tomó vuelo porque, además del cuestionamiento ético, el gobierno enfrenta el problema de que no hay suficientes vacunas para inmunizar a la población.

El presidente de Argentina, Alberto Fernández, pidió este martes dejar la "payasada" en el escándalo conocido como "vacunación VIP" luego de que un fiscal imputara al exministro de Salud argentino Ginés González García.

"Terminemos con la payasada. Yo le pido a los fiscales y a los jueces que hagan lo que deben. (...) No hay ningún tipo penal en Argentina que diga 'será castigado el que vacune a otro que se adelantó en la fila'. No existe este delito y no se pueden construir delitos graciosamente", dijo Fernández desde Palacio Nacional de la Ciudad de México, donde lleva a cabo una visita de Estado de tres días.

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El escándalo de las llamadas "vacunas VIP" provocó la renuncia la semana pasada del ministro de Salud y el presidente no descartó que vaya a pedir la renuncia de otros funcionarios.

"A su pregunta de si voy a pedir más renuncias, mire, si hay mas responsables se van a tener (que ir) los que se tengan que ir porque nunca ni promoví ni avalé nada de eso", dijo Fernández.

El mandatario sudamericano reconoció que "el hecho es lo suficientemente grave" como para que un ministro dejara su cargo.

El sábado, la médica Carla Vizzotti asumió el cargo de González, mientras que la Procuraduría de Investigaciones Administrativas ha abierto un expediente para investigar si hubo abusos de poder en el cumplimiento de la función pública por parte del ministro saliente, en medio de otras denuncias.

Con una población de unos 45 millones de habitantes, Argentina ha recibido hasta el momento 1.22 millones de dosis de la vacuna Sputnik V del Instituto Gamaleya ruso y 580,000 dosis de la vacuna Covishield, fabricada por el Instituto Serum indio y desarrollada por la Universidad de Oxford y AstraZeneca.

El país sudamericano espera recibir "en los próximos días" un millón de dosis de la vacuna china Sinopharm contra el COVID-19, dijo el lunes la flamante ministra de Salud, Carla Vizzotti, quien ocupa el puesto dejado por González García.

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La cifra de vacunas disponibles en Argentina es muy inferior a lo que se había anunciado, pues para fines de febrero se esperaba tener disponibles 20 millones de dosis de la rusa Sputnik V, a las que se sumarían las vacunas de AztraZeneca y las del mecanismo Covax para un total de 50 millones.

El COVID convierte en pueblo fantasma a esta localidad

Hace pocos días en Perú renunciaron las ministras de Salud y de Relaciones Exteriores luego de que se revelara que cientos de funcionarios y otras personas recibieron dosis de vacunas contra COVID-19 fuera de ensayos clínicos y antes del comienzo de la campaña oficial

Revelan la lista de vacunados

El Ministerio de Salud de Argentina dio a conocer este lunes un listado con los nombres de 70 personas que fueron inmunizadas con la Sputnik V, en medio de un escándalo por vacunaciones privilegiadas contra el COVID-19.

La lista incluye al presidente peronista, Alberto Fernández, y a gente de su equipo, así como al ministro de Economía, Martín Guzmán, y el embajador en Brasil, Daniel Scioli, entre otros, pero también nombres de dirigentes políticos, empresarios y periodistas.

También figura el ex presidente Eduardo Duhalde (2002-2003), su esposa Hilda González y los hijos de ambos, Juliana y María Eva, además de segundas y terceras líneas de distintos ministerios.

Hasta el momento, se vacunó al personal de salud y comenzó la inoculación a mayores de 70 años en la provincia de Buenos Aires y de más de 80 años en la capital.

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El escándalo por las vacunas estalló el viernes pasado cuando el periodista Horacio Verbitsky, de 79 años, contó en una radio que por su amistad con el exministro de Salud Ginés González García había sido vacunado en el ámbito del ministerio por personal del hospital Posadas.

La confesión desató una andanada de reacciones adversas y derivó en que el presidente le pidiera la renuncia a González García, dos días antes de emprender un viaje a México.

"Va a tener mucho impacto en el corto plazo: este es un tema sensible e irritante, lo que amortigua es que el presidente haya reaccionado rápido y contundente (al pedir la renuncia del exministro)", dijo a la AFP el consultor político Carlos Fara.

El domingo, un día antes de partir a México, Fernández lamentó que se haya montado un "escenario mediático de escarnio público” por el escándalo.

En la red social Twitter, el presidente reconoció que "es público y notorio" que ha tenido que tomar una decisión ante un "hecho reprochable", en referencia a su petición de renuncia al ministro.

"Lo sucedido en el Ministerio de Salud fue un hecho que aunque excepcional no puede avalarse", afirmó.

"Ello es así aun cuando los vacunados estaban en condiciones objetivas (por la edad o las condiciones físicas) de recibirlas", agregó.

La escasez de vacunas está tras la indignación

Para el politólogo Enrique Zuleta, el escándalo tomó vuelo porque, además del cuestionamiento ético, el gobierno enfrenta el problema de que no hay suficientes vacunas para inmunizar a la población.

En medio de la escasez, la inoculación de allegados "se convierte en bola de nieve porque se debió focalizar a la población objetivo, lo que quiere decir conocer bien el nivel de responsabilidad y el nivel de gravedad de cada persona a inmunizar", dijo Zuleta.

Después de publicada la lista de los 70 vacunados de privilegio, entre los que figuran personas mayores de 60 años —entre ellos el presidente— pero también jóvenes como el ministro de Economía Martín Guzmán, de 38 años, Fernández justificó que era "estratégico" atender a algunos altos funcionarios debido a sus responsabilidades.

Fernández fue de los primeros en recibir la dosis Sputnik V y lo hizo ante cámaras para transmitir confianza en la vacuna rusa.

"El problema es que si el gobierno hubiese publicado con anticipación los criterios de vacunación podría ahora estar en discusión el criterio, pero no la transparencia del proceso", refirió a la AFP el analista Carlos Fara.

Pablo Knopoff, experto en opinión pública, considera que "posiblemente nadie en Argentina le va a reprochar a un adulto mayor haber recibido la vacuna, pero sí al político que la facilitó. Para el argentino medio la pregunta que importa es ¿dónde está la vacuna de mi abuelo?”.

Bajo la presión de conseguir más vacunas en un mundo que se las disputa, Fernández pidió este martes declarar a la vacuna contra el COVID-19 un "bien global" para que quede libre de derechos intelectuales y pueda producirse libremente.

"El problema en Argentina no es solamente que faltan vacunas, sino que faltan con respecto a lo que se anunció que iba a haber, y la gente ve países vecinos, como Chile, que han logrado vacunar mucho más rápido", apuntó Knopoff.

Con información de AFP, EFE y Reuters

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