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España autoriza la eutanasia y el suicidio asistido

Es apenas el séptimo país en el mundo que permitirá que un paciente incurable reciba ayuda para morir y evitar así su sufrimiento.
jue 18 marzo 2021 03:09 PM
Celebración
Frente al Congreso español, familiares de enfermos que lucharon en vida por legalizar la eutanasia celebraron lo que consideran una ley histórica que permitirá evitar el sufrimiento.

España se convierte en el séptimo país del mundo donde la eutanasia será legal tras aprobar este jueves definitivamente la ley que regula la ayuda médica para morir como "derecho" y prestación sanitaria gratuita, con el apoyo de la izquierda y otras fuerzas y la oposición frontal de la derecha.

La eutanasia es legal también en Países Bajos, Bélgica, Luxemburgo, Canadá, Nueva Zelanda (ya aprobada, pero entrará en vigor en noviembre) y Colombia. En este último país, por decisión del Tribunal Constitucional, pero sin que el Parlamento aprobara una ley.

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Eutanasia, el caso real de la mujer que ayudó a morir a su amigo tetrapléjico

El Parlamento español aprobó la mañana de este jueves la ley que despenaliza la eutanasia, lo que que permitirá a un paciente incurable recibir ayuda para morir y evitar su sufrimiento.

La legislación recibió la luz verde en el Congreso de los Diputados con 202 votos a favor, de la izquierda, centro y regionalistas, 141 en contra, de la derecha y la extrema derecha, y dos abstenciones. Inmediatamente después, los aplausos resonaron en la cámara baja por varios minutos.

"Hoy somos un país más humano, más justo y más libre. (...) Gracias a todas las personas que han peleado incansablemente para que el derecho a morir dignamente fuera reconocido en España", tuitéo el presidente del gobierno, el socialista Pedro Sánchez.

La ministra de Sanidad, la socialista Carolina Darias, aseguró que España avanza en el "reconocimiento de los derechos", así como en una sociedad "más justa y decente".

Cuando entre en vigor la ley, después de una moratoria de tres meses, España será el cuarto país europeo en permitir la muerte asistida, tras Holanda, Bélgica y Luxemburgo. En América Latina, solo Colombia la acepta, aunque no ha legislado al respecto.

La ley española autoriza la eutanasia (el personal médico administra la sustancia mortal) y el suicidio asistido (la persona se encarga de tomar la dosis prescrita).

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Condiciones estrictas

En España podrán pedirla los mayores de edad que sufran "una enfermedad grave e incurable" o un "padecimiento grave, crónico e imposibilitante" que afecte a la autonomía y que genere un "sufrimiento físico o psíquico constante e intolerable".

Se imponen estrictas condiciones, como que la persona, de nacionalidad española o residente legal, sea "capaz y consciente" al hacer la petición, que debe formular por escrito "sin presión externa" y repetir 15 días más tarde.

Los solicitantes serán informados de las alternativas y de los cuidados paliativos disponibles; tendrán que confirmar al menos cuatro veces la voluntad de morir, su caso será analizado varias veces y podrán desistir en cualquier momento. Los profesionales sanitarios podrán acogerse a la objeción de conciencia.

El médico siempre podrá rechazarla si considera que no se cumplen los requisitos. Además, debe ser aprobada por otro médico y por una Comisión de Evaluación.

La polémica por la eutanasia revive por este esposo que ayudó a morir a su mujer

Una "comisión de garantía y evaluación", compuesta por personal médico, de enfermería y juristas, supervisará cada caso y será responsable en última instancia de autorizarlo.

Una lucha de decadas

La legislación fue aplaudida por organizaciones que defienden el derecho a morir dignamente, que mantuvieron una lucha de décadas, durante las cuales sonados casos visibilizaron la problemática.

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Frente al Congreso, familiares de enfermos que lucharon en vida por legalizar la eutanasia celebraron lo que consideran una ley histórica que permitirá evitar el sufrimiento.

Allí se reunieron parientes de Luis de Marcos, enfermo de esclerosis múltiple que falleció en 2017; Maribel Tellaetxe, que murió en 2019 con alzhéimer avanzado, y de María José Carrasco, enferma terminal también con esclerosis múltiple y que se quitó la vida con la ayuda de su marido, Ángel Hernández.

El más emblemático, el de Ramón Sampedro, un gallego tetrapléjico que pasó 29 años reclamando el derecho a un suicidio asistido.

La película sobre su historia, Mar adentro, dirigida por el hispanochileno Alejandro Amenábar y protagonizada por Javier Bardem, ganó un Óscar en 2005.

La ley es una victoria "para la gente que puede beneficiarse de ello" y también "para Ramón", se congratuló en entrevista con la AFP Ramona Maneiro, la amiga que ayudó a morir a Sampedro.

Fue detenida por ello, pero no juzgada por falta de pruebas.

Hoy "es un día muy feliz", aplaudió Asun Gómez, una periodista de 54 años durante una manifestación en Madrid a favor de la ley.

Recordó que fue llamada "asesina" por querer ayudar a morir a su marido, finalmente fallecido en 2017 por esclerosis múltiple.

A las personas que sufren "se les empuja a tomar la solución más rápida, que es la muerte", fustigó Polonia Castellanos, de la asociación Abogados Cristianos, en una protesta antieutanasia, encabezada por una pancarta que criticaba al "Gobierno de la muerte".

Un asunto polémico

La norma es motivo de polémica social y de un fuerte enfrentamiento político. Impulsada por el Partido Socialista, es apoyada también por Unidas Podemos, las das fuerzas parlamentarias que forman el gobierno de coalición español.

También es respaldada por pequeños partidos de izquierda, así como liberales, nacionalistas e independentistas.

La legislación es rechazada por la Iglesia católica y partidos de derecha (Partido Popular) y extrema derecha (Vox), mientras que su aplicación genera interrogantes en algunos sectores médicos, que afirman que salvar a toda costa a un paciente está en "el ADN del médico".

La eutanasia "es siempre una forma de homicidio, pues implica que un hombre da muerte a otro", indicó la Conferencia Episcopal Española (CEE).

En declaraciones remitidas a los medios, el secretario general de los obispos católicos, Luis Argüello, consideró "mala noticia" la ley y lamentó que cada año mueran en España 60.000 personas con sufrimiento, según dijo, pudiéndose remediar con una política adecuada de cuidados paliativos.

"Empujar a la eutanasia" a las personas "más vulnerables (...) es un vergonzoso acto de abandono social que encubre una negación a la mejor asistencia sociosanitaria", lanzó en la cámara baja el diputado del Partido Popular (PP, derecha), José Ignacio Echániz.

Habló de un "efecto llamada" que provocará entre las personas más vulnerables, a las que se "empujará" a la eutanasia, y auguró graves consecuencias familiares, sociales y éticas, como la desconfianza entre padres e hijos, entre hermanos y entre médicos y pacientes.

Vox, formación de extrema derecha, anunció que recurrirá la ley ante el Tribunal Constitucional.

Además del de Ramón Sampedro, otros casos causaron impacto en España, como el de Luis Montes, un médico anestesista procesado por provocar la muerte de más de 70 pacientes terminales, aunque finalmente sobreseído en 2007.

Con información de AFP y EFE

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