Siete personas han muerto en el Reino Unido a causa de unos raros coágulos de sangre después de recibir la vacuna de AstraZeneca contra la COVID-19.
La MHRA señaló la semana pasada que se han identificado 30 casos de esos raros coágulos de sangre entre los 18.1 millones de personas vacunadas con ese preparado hasta finales de marzo.
De los 30 incidentes, 22 corresponden a trombos cerebrales venosos (CVST, por sus siglas en inglés) y ocho a otros problemas relacionados con la coagulación de sangre con bajo nivel de plaquetas.
Un alto funcionario de la EMA ha afirmado que existe una clara relación entre la vacuna y la TSVC, aunque todavía se desconoce la causa directa de los coágulos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), que está estudiando detenidamente los últimos datos sobre la vacuna de AstraZeneca junto con otros organismos reguladores, dijo el martes que espera que no haya ninguna razón para cambiar su evaluación de que los beneficios de la vacuna superan cualquier riesgo.
"No hay evidencia de que el balance riesgo-beneficio deba ser modificado", declaró en rueda de prensa Rogerio Pinto de Sa Gaspar, director de regulación y precalificación de la OMS.
Las disputas con los gobiernos de toda Europa sobre la producción, los suministros, los posibles efectos secundarios y los méritos de la vacuna han perseguido a la farmacéutica anglosueca durante meses.
Con información de AFP, EFE y Reuters