Los investigadores apuntaron, sin embargo, que estos resultados no permiten precisar hasta qué punto la variante sudafricana es resistente a la vacuna. También resaltaron que el estudio solo incluyó una muestra pequeña de personas infectadas con la variante de Sudáfrica, debido a que es muy rara en Israel.
"Es cierto que la gente que está vacunada está menos protegida contra la variante sudafricana, pero la poca cantidad de casos de esta cepa en el país demuestra que la vacuna sí los protege", explicó a la agencia EFE Nadav Davidovitch, director de la Escuela de Salud Pública de la Universidad Ben Gurión y asesor del Gobierno en la gestión de la pandemia.
Según él, si bien estos resultados son significativos y deberían ser la base para más estudios, este estudio no contradice las pruebas de Pfizer sobre la efectividad de la vacuna contra esta cepa.
Dos estudios publicados en febrero en la revista New England Journal of Medicine, realizadas por los laboratorios Pfizer/BioNTech y Moderna, mostraron una presencia de anticuerpos tras la vacunación inferior en las personas infectadas por la variante sudafricana, indicando una protección reducida.
El estudio israelí es el primero en evaluar la capacidad de la variante sudafricana a darle la vuelta a la vacuna.
Sin embargo, los autores del estudio también dijeron que la investigación no pretendía deducir la efectividad general de la vacuna contra cualquier variante, ya que solo consideró personas que ya habían dado positivo de COVID-19, no tasas generales de infección.
El 1 de abril, las compañías dijeron que su vacuna tenía una efectividad de alrededor de 91% para evitar el COVID-19, citando datos de pruebas actualizados que incluyeron participantes inoculados por hasta seis meses.
Israel, que ha registrado 835,900 enfermos de los cuales 6,296 muertes, observa desde hace varias semanas un retroceso de la epidemia gracias a una vasta campaña de vacunación iniciada el 19 de diciembre.