Estudiando esos dos grupos, los autores muestran que la vacunación redujo en un 94% los casos con síntomas de COVID-19, en un 92% los casos más grave de la enfermedad, y en un 87% las hospitalizaciones.
Esos porcentajes se obtuvieron al menos siete días después de la segunda inyección de la vacuna de Pfizer.
Pero también "se observó un efecto bastante importante antes incluso de la segunda dosis", dijo a la AFP Noam Barda, uno de los dos autores principales del estudio.
La primera dosis logró una eficacia del 57% para los casos de covid con síntomas y del 62% en los casos graves, indicó.
La vacuna también demostró una eficacia del 72% para impedir las muertes por coronavirus tras la primera dosis, pero el bajo número de fallecidos en el estudio hace que ese resultado sea menos fiable.
La eficacia fue relativamente constante para todos los grupos etarios, "incluidas las personas de más de 70 años", precisó Reis.
"Hemos demostrado que la vacuna es igual de eficaz en subgrupos muy diferentes: en los jóvenes y en los ancianos en los que no tienen comorbilidades y en los que tienen pocas comorbilidades", dijo por su parte Balicer.
Sin embargo, "tenemos indicaciones de que, para las personas con muchas enfermedades (previas), la vacuna funciona levemente peor", señaló.
El estudio señala, asimismo, una eficacia del 92% contra la posibilidad de ser infectado. Un dato crucial ya que, si se confirma, podría indicar que las personas vacunadas ya no podrán transmitir el virus.
Los propios autores piden, sin embargo, considerar esos datos con cautela.
"Este estudio no puede garantizar que hayamos detectado todas las infecciones asintomáticas", advirtió Barda.
Con información de AFP y Reuters