Miguel Díaz-Canel, que remplazó a Castro en la presidencia en 2018, será también el primer dirigente civil del partido, en el que ha hecho toda su carrera. Está previsto que sea designado primer secretario, el más alto cargo del país, el lunes durante la última jornada.
Es "el congreso de la continuidad", dijo en Twitter, señalando que las directrices del país, una de las cinco últimas naciones comunistas en el mundo, no cambiarán.
Aunque se requieren reformas económicas urgentes, con el país inmerso en una profunda crisis, el principio de partido único se mantendrá.
Algunos cubanos, principalmente la fragmentada disidencia, han expresado, en cambio, sus críticas al gobierno en las redes sociales.
“No solo se puede controlar con represión, se necesita prosperidad y esperanza”, dijo Luis Manuel Otero, de 33 años, un artista disidente convertido en una cara visible de la posición.
Contra la disidencia
Al respecto, Castro dijo este viernes que la oposición en la isla no tiene liderazgo y concentra su activismo en internet, mientras que "las calles, los parques y las plazas serán de los revolucionarios".
"La contrarrevolución interna carece de liderazgo y estructura organizada y concentra su activismo en las redes sociales. Las calles, los parques y las plazas serán de los revolucionarios. ¡Jamás negaremos el derecho a los revolucionarios a defender su Revolución!", afirmó el menor de los Castro, de 89 años.