El ministro palestino de Relaciones Exteriores, Riyad Al-Maliki, denunció la "agresión" de Israel contra el "pueblo" palestino y sus "lugares sagrados". "Algunos no quieren usar estas palabras -crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad-, pero saben que es la verdad", dijo en una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad, criticando la "política colonial" de los israelíes.
Desde que estalló el conflicto, el lunes 10 de mayo, al menos 181 personas han muerto en Gaza, incluidos 47 niños. Israel, por otro lado, ha reportado diez muertos, incluyendo dos niños.
Enviados de Estados Unidos, las Naciones Unidas y Egipto trabajaban para restaurar la calma, pero aún no se ven señales de progreso. El Consejo de Seguridad de la ONU tenía previsto reunirse este domingo para discutir el peor brote de violencia entre israelíes y palestinos que lleva años.
Tanto Israel como Hamas han insistido en que continuarán con sus ataques transfronterizos, después de que Israel destruyó un edificio de 12 plantas en la Ciudad de Gaza que albergaba operaciones de medios como la agencia estadounidense Associated Press y la cadena qatarí Al-Jazeera.
El ejército israelí dijo que el edificio al-Jala era un objetivo militar legítimo, ya que albergaba oficinas militares de Hamas, y que se advirtió a los civiles para que salieran del lugar antes del ataque.
AP condenó la acción y pidió a Israel que presente pruebas. "No teníamos ninguna indicación de que Hamas estaba en el edificio o era activo en el edificio", dijo la agencia en un comunicado.
En lo que fue calificado como una represalia por la destrucción del edificio al-Jala, Hamas disparó los cohetes contra Tel Aviv y localidades del sur de Israel la madrugada del domingo. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, afirmó que su país "sigue en medio de esta operación, no ha terminado aún y continuará el tiempo que sea necesario".
En una serie de ataques aéreos, Israel bombardeó la casa de Yehya Al-Sinwar, líder del brazo político y militar de Hamas en Gaza desde 2017, dijo el canal de televisión del grupo. En otro ataque aéreo murió un neurólogo en Gaza y resultaron heridos su mujer e hija, mencionaron médicos y familiares palestinos.
Hamas inició su ofensiva con cohetes hace siete días, tras semanas de tensión por un caso judicial para desalojar a varias familias palestinas en Jerusalén Oriental, y en represalia por los choques de la policía israelí con los palestinos cerca de la Mezquita de Al-Aqsa, el tercer sitio más sagrado para el Islam, durante el mes sagrado musulmán del Ramadán.
Hablando ante manifestantes en Doha, la capital qatarí, el jefe de Hamas, Ismail Haniyeh, dijo la noche del sábado que la causa subyacente de las hostilidades es Jerusalén. "Los sionistas pensaban que podían demoler la mezquita Al-Aqsa. Pensaban que podían desplazar a nuestro pueblo en Sheikh Jarrah", refirió Haniyeh.
"Yo le digo a Netanyahu: no juegue con fuego", continuó, entre las ovaciones de los presentes. "El título de esta batalla de hoy, el título de la guerra y el título de la 'intifada' es Jerusalén, Jerusalén, Jerusalén", afirmó usando la palabra en árabe para "levantamiento".
El ejército israelí asegura que Hamas, Yihad Islámica y otros grupos militantes han lanzado unos 2,300 cohetes desde Gaza a partir del lunes. Según indicó, unos 1,000 fueron interceptados por la defensa de misiles y 380 cayeron en la Franja de Gaza. Israel ha lanzado más de 1,000 ataques aéreos y de artillería en la densamente poblada franja costera, diciendo que apuntaban contra Hamas y otros objetivos militantes.
Con información de Reuters y AFP.