El mes pasado, el ministerio de Salud indio atacó a la revista The Economist por asegurar en un artículo que el exceso de mortalidad era entre cinco y siete veces superior al balance oficial. El ministerio señaló que la pieza era "especulativa" y "desinformada".
Algunos expertos han dicho que el exceso de muertes es la mejor manera de medir el costo real del COVID-19.
"Para todos los países, es importante capturar el exceso de mortalidad, la única forma de preparar el sistema de salud para futuras crisis y prevenir más muertes", dijo Soumya Swaminathan, científica jefe de la Organización Mundial de la Salud, en Twitter.
Un informe de la OMS en mayo señaló que hasta tres veces más personas murieron en el mundo durante la pandemia (por coronavirus u otras causas) de lo indicado en las estadísticas oficiales.
La tercera ola
Ahora India está lejos del pico de la segunda ola alcanzada a mediados de abril. Con un total de 374 fallecimientos y poco más de 30,000 casos en las últimas 24 horas, India ha registrado el dato más bajo en 125 días.
A pesar de esta mejora de los datos, los expertos pronostican la llegada de una tercera ola de infecciones para las próximas semanas a causa de las nuevas variantes del virus originadas. Es por ello que el país confía en la vacunación como la única herramienta para poner fin a esta pandemia.
Desde el inicio de su ambiciosa campaña de vacunación el pasado 16 de enero, India ha administrado 412 millones dosis de la vacuna contra el coronavirus, 5.2 millones de ellas en las últimas 24 horas, según el último parte emitido por el Ministerio de Salud indio.
Con poco más de 85 millones de personas que han recibido la pauta completa, la "inevitable" nueva ola ha obligado a las autoridades indias a acelerar el ritmo de inoculaciones para evitar que un aumento drástico cifras provoque, otra vez, un colapso en los servicios médicos.
Con información de AFP, EFE y Reuters