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Más que perdón: estos países quieren que Europa repare los daños a sus colonias

Jamaica, Burundi, Barbados y Namibia piden a las viejas potencias imperiales europeas que reparen los daños que los regímenes coloniales provocaron a sus naciones.
mar 03 agosto 2021 05:04 AM
Jamaica ha sido el más reciente en la lista de países que exigen una indemnización económica a su antiguo colonizador. El 14 de julio, la nación caribeña anunció que planea pedir al Reino Unido y a la reina Isabel II de Inglaterra una compensación por el comercio de esclavos que se prolongó por casi 300 años.
Jamaica exigirá al Reino Unido y a la reina Isabel II de Inglaterra una compensación por el comercio de esclavos que se prolongó por casi 300 años.

Andrés Manuel López Obrador, el presidente de México, busca desde los primeros meses de su gobierno que España se disculpe por los abusos cometidos por la corona contra los pueblos pueblos indígenas durante la conquista de Tenochtitlán y el virreinato de la Nueva España.

La petición, que López Obrador hizo directamente a Pedro Sánchez durante una visita del presidente de gobierno español a México en marzo de 2019, ha tomado un nuevo vuelo, cuando se celebran los 700 años de la fundación México-Tenochtitlán —la capital del imperio Mexica— y los 200 años de la consumación de la independencia de México, el 27 de septiembre.

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México no es el único país que exige disculpas de una vieja potencia colonial ni el que hace las peticiones más ambiciosas a su antigua metrópoli. Varios países de África y el Caribe —colonias hasta pasada la segunda mitad del siglo XX— exigen que las naciones europeas paguen indemnizaciones millonarias por los hechos cometidos durante los regímenes coloniales, que incluyeron esclavitud, trata de personas y genocidios.

A continuación, presentamos a algunos de los países que quieren una reparación económica del daño cometido por las potencias coloniales.

¿Qué países fueron colonizados y ahora exigen una indemnización?

Jamaica ha sido el más reciente en la lista de países que exigen una indemnización económica a su antiguo colonizador. El 14 de julio, la nación caribeña anunció que planea pedir al Reino Unido y a la reina Isabel II de Inglaterra una compensación por el comercio de esclavos que se prolongó por casi 300 años.

Jamaica fue colonia de España en el siglo XV y luego cayó bajo control británico en 1655, fecha en la que se comenzó el desarrollo de un comercio de esclavos destinado a trabajar en plantaciones de caña de azúcar y otros cultivos.

"Nuestros antepasados africanos fueron sacados por la fuerza de su hogar y sufrieron atrocidades sin precedentes para realizar trabajos forzados en beneficio del Imperio Británico", denunció la ministra de Deportes, Juventud y Cultura de Jamaica, Olivia Grange.

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Reino Unido prohibió el comercio de esclavos en 1807, pero no lo abolió en la práctica hasta 1834. El imperio británico indemnizó entonces a los propietarios de esclavos.

El país pedirá una compensación económica a Londres como forma de reparar lo que sufrieron los cerca de 600,000 africanos que fuer sacados de sus países. Grange dijo que Jamaica espera justicia que repare los daños que experimentaron sus antepasados.

La ministra no dio una cifra de a lo que podría acercarse la cifra exigida a Reino Unido. Antes, el legislador jamaicano Mike Henry había establecido en 10,000 millones de dólares las indemnizaciones al Reino Unido, basadas, al cambio, en lo que Londres pagó en su día a los propietarios de esclavos por poner fin a esa práctica.

El proceso precisa de la aprobación del Consejo Nacional de Reparaciones antes de que el fiscal general lo envíe a la reina Isabel II.

Este anuncio coincide con los esfuerzos de algunos sectores sociales en Jamaica para romper lazos formales con el Reino Unido. El país forma parte de la Commonwealth y tiene a la reina de Inglaterra como su jefa de Estado.

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Otra nación caribeña, Barbados, dejará de considerar a la monarca británica como su jefa de Estado y se convertirá en una república en noviembre de 2021, de acuerdo con una decisión tomada por el país en agosto del año pasado.

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Este anuncio coincide con los esfuerzos de algunos sectores sociales en Jamaica para romper lazos formales con el Reino Unido. El país forma parte de la Commonwealth y tiene a la reina de Inglaterra como su jefa de Estado. Otra nación caribeña, Barbados, dejará de considerar a la monarca británica como su jefa de Estado y se convertirá en una república en noviembre de 2021.

Justo la primera ministra barbadense Mia Motley pidió en julio de 2020 a los países un plan de rehabilitación económica para los países del Caribe como una compensación por los daños sufridos por la esclavitud y el colonialismo que sufrió la región durante siglos, relata la agencia EFE.

La premier destacó entonces la histórica reclamación de los países de la Comunidad del Caribe (Caricom) de reparaciones económicas por el comercio transatlántico de esclavos. Según Mottley, las secuelas del comercio de esclavos y la colonización han hecho que la región sea una de las más endeudadas del mundo.

En 2020, cuando el movimiento Black Lives Matter tomó las calles de las principales ciudades de Estados Unidos y Europa, Burundi, un pequeño país en la región de los Grandes Lagos en África, anunció que solicitaría el pago de 36,000 millones de euros y la devolución de objetos robados a sus colonizadores, Alemania y Bélgica, de acuerdo con un reporte del diario español El País.

Esta reclamación, anunciada el 14 de agosto de 2020, no solo toma en cuenta los delitos cometidos contra la población durante la colonia, sino también las consecuencias de las políticas colonizadoras a largo plazo, como un decreto belga que clasificó en 1931 a la población en tres grupo éticos —hutu, tutsi y twa— y que se considera la semilla de las masacres y la guerra civil que el país sufrió entre 1993 y 2005.

Kenia y Namibia, dos casos especiales

Hasta el momento, solo dos potencias coloniales han otorgado algún tipo de compensación económica por sus abusos coloniales. Primero fue Reino Unido, que lo hizo obligado judicialmente. En 2013, los tribunales británicos ordenaron a Londres que indemnizará a 5,000 supervivientes de Kenia, por 23 millones de euros.

La otra fue Alemania, pero su acuerdo de "reconciliación" con Namibia ha dejado a muchas personas insatisfechas en el país africano.

El 28 de mayo, Alemania reconoció por primera vez que perpetró un genocidio contra las poblaciones Hereros y Namas de Namibia a principios del siglo XX, después de cinco años de negociaciones con la nación africana, pero esto fue considerado insuficiente por los militantes de las dos etnias.

"Desde el punto de vista actual, hoy calificaremos estos acontecimientos como lo que son: un genocidio", declaró el ministro alemán de Relaciones Exteriores, Heiko Maas, en un comunicado.

Namibia estuvo colonizado por Alemania entre 1884 y 1915. Los colonos alemanes mataron a decenas de miles de hereros y namas durante las masacres perpetradas entre 1904 y 1908, consideradas por numerosos historiadores como el primer genocidio del siglo XX.

Alemania anunció además que va a entregar al país 1,100 millones de euros (1,340 millones de dólares) en ayuda al desarrollo y la reconstrucción. Esta suma se entregará repartida en un periodo de 30 años y debe beneficiar en prioridad a los descendientes de estas dos etnias.

Sin embargo, desde el punto de vista jurídico, no se trata de una compensación y este reconocimiento no abre en ningún caso la vía a una "demanda legal de indemnización".

"La aceptación por parte de Alemania de que se cometió un genocidio es un primer paso en la dirección correcta", dijo a la AFP Alfredo Hengari, el vocero del presidente namibio Hage Geingob. "Es la base de la segunda etapa, que consiste en disculparse y prever una reparación", dijo.

Representantes de las dos etnias consideran sin embargo que no han sido suficientemente asociados al acuerdo. "No aceptaremos un acuerdo cerrado entre estos dos gobiernos" indicó en Namibia un alto representante de los herero, Mutjinde Katjiua, en declaraciones a la AFP.

En un intento de reconciliación, Alemania entregó en 2019 a Namibia los huesos de miembros de las tribus herero y nama exterminados y la secretaria de Estado para Asuntos Exteriores, Michelle Müntefering, pidió "perdón desde el fondo del corazón”. Un gesto considerado insuficiente por los descendientes y las autoridades namibias, que exigían disculpas oficiales y reparaciones.

Aunque el trabajo de memoria histórica en Alemania sobre el periodo nazi se considera en general ejemplar, el de su periodo colonial en África, desde la segunda mitad del siglo XIX a inicios del XX, ha sido durante mucho tiempo dejado de lado.

Repercusiones de disculpas diplomáticas, ¿quién y qué se gana?

La Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, destacó en un informe publicado en junio de este año que ningún Estado ha asumido su responsabilidad integral en por el pasado ni por el impacto actual del racismo sistémico con la adopción de medidas para tratar los legados contemporáneos de las esclavitud, la trata de esclavos africanos y el colonialismo.

Bachelet “exhorta a los Estados a que —mediante diálogos nacionales y con la participación efectiva de los afrodescendientes—traduzcan esta agenda en planes de acción y medidas concretas, con miras a atender a las historias específicas, las experiencias de vida y las realidades de cada Estado”, de acuerdo con el informe anual del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos.

Se estima que entre 25 y 30 millones de personas fueron alejadas violentamente de África por esclavitud, según el proyecto La Ruta del Esclavo de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).

“Sin el reconocimiento de responsabilidad de los países europeos, no hay manera de que cualquiera de estos reclamos tenga curso”, explicó a Expansión Fernanda Vidal Correa, profesora-investigadora de la Escuela de Comunicación de la Universidad Panamericana (UP).

Hasta el momento, los países europeos han sido prácticamente omisos para reconocer el daño que cometieron en sus antiguas colonias. Algunos solo se han conformado con ofrecer disculpas diplomáticas por los crímenes cometidos, aunque sin avanzar a una reparación efectiva del daño.

El presidente de Francia, Emmanuel Macron, pidió perdón el 13 de septiembre de 2018 por la responsabilidad del ejército de su país en la muerte de Maurice Audin, un matemático de la Universidad de Argel y militante de la independencia de Argelia, detenido en septiembre de 1957.

En una visita a Argelia durante su campaña electoral, en febrero de 2017, el entonces candidato calificó la colonización francesa como un crimen en contra de la humanidad.

Macron tuvo un gesto parecido en su primera visita a la Polinesia Francesa, celebrada la semana pasada. Sin ofrecer una disculpa, el presidente reconoció la "deuda" de Francia con los polinomios por las pruebas nucleares subterráneas y atmosféricas que se desarrollaron en el archipiélagos entre 1966 y 1996.

El mandatario galo anunció en 2018 que empezaría la devolución de 90,000 piezas de arte africano que se exponen en museos franceses, pero hasta julio de 2020, cuando hubo un cambio legislativo, todo se quedaba en buenas intenciones.

"La repartición de bienes culturales constituye un gesto de conciliación y una solución intermedia. Aunque no sea muy popular porque no todo el mundo lo hace, sí ha sido una de las acciones más exitosas" de reparación del año, explicó la académica de la UP.

Italia anunció en 2008 un "pacto de amistad" con Libia, en el que se disculpó por los asesinatos, destrucción y represión contra los libios durante el gobierno colonial” y se comprometieron a pagar 200 millones de dólares anuales, durante 25 años, como compensación, según una nota de El País.

El acuerdo alcanzado por el entonces primer ministro Silvio Berlusconi se rompió con la caída de la dictadura de Muamar Gadafi en 2011, indica la nota del periódico español.

Vidal Correa señala que las indemnizaciones económicas, sobre todo en montos como los solicitados por Barbados y Burundi, podrían significar un aliciente para el desarrollo económico de estos países, que aún arrastran los costos de la esclavitud.

"Esto puede generar cambios profundos. Se podrían mejorar los sistemas de salud, sobre todo ahora con la pandemia de COVID-19, pues han quedado en una situación desastrosa", dijo la especialista en geopolítica.

También señaló que podrían utilizarse para mejorar los sistemas educativos de las naciones del caribe, donde el analfabetismo sigue siendo muy alto. En Jamaica, un 88.1% de la población mayor de 15 años sabe leer y escribir. En México, por ejemplo, la tasa de alfabetización es de 95.3%, de acuerdo con información del Banco Mundial.

Vidal Correa señaló que en casos como el de Jamaica y de Barbados, las peticiones buscan convertirse en acusaciones formales ante la Corte Penal Internacional (CPI) para que la trata de esclavos y los genocidios de las potencias coloniales sean tratados como crímenes de lesa humanidad. “Serían comparables, o peores, a los cometidos durante el Holocausto”.

Sin embargo, la especialista aclara que la CPI está muy lejos de verse inmiscuida en estos casos y que debemos esperar para ver cómo avanzan.

La profesora de la UP explica que los países europeos y sus ex colonias pueden llegar a otros acuerdos para reparar los daños, que incluyan la transferencia de tecnología que podría "intensificar los procesos de desarrollo económicos del Caribe". Otra opción es la cancelación de la deuda.

Barbados, por ejemplo, tenía para marzo de 2019 una deuda pública de 125.4% del PIB, una reducción de 23.4 puntos porcentuales en comparación con la cifra del año anterior, de acuerdo con información de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).

Con información de AFP, EFE y Reuters

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