Los grandes vencedores: Pfizer y BioNTech
El gigante estadounidense y la biotecnológica alemana, que se asociaron para desarrollar la vacuna contra el COVID-19, fueron las primeras empresas occidentales que obtuvieron resultados positivos de su vacuna, así como la autorización para comercializarla en la Unión Europea y Estados Unidos. Esto les permitió partir con ventaja.
La vacuna le dio a Pfizer más ingresos que a cualquier otro competidor: 10,800 millones de dólares en el primer semestre de 2021, el periodo a partir del cual empezó a facturar la mayor parte de las ventas del tratamiento. Y las previsiones señalan que en el año podría alcanzar ventas de su vacuna por 33,500 millones de dólares.
Por su parte, BioNTech registró un volumen de negocio de 8,500 millones de dólares en el primer semestre. Al contrario de Pfizer, que trabaja en diferentes tratamientos, la empresa alemana solo comercializa este producto, por lo que las cifras revelan el resultado específico de este tratamiento. Para 2021, BioNTech estima que las ventas de la vacuna supondrán 18,700 millones de dólares.
Moderna, bien situada
La empresa estadounidense Moderna desarrolló una vacuna de ARN mensajero como la de Pfizer/BioNTech, entre las primeras aprobadas en Occidente.
Moderna también tiene sólo la vacuna antiCOVID-19 en su portafolio de productos en circulación. Ésta le dio ingresos por 5,900 millones de dólares, hasta el momento, pero la compañía calcula alcanzar los 20,000 millones de dólares en este año.
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