Este viernes, las autoridades neozelandesas registraron 11 infecciones con la variante delta, con lo que acumula 31 contagios comunitarios, incluyendo tres en Wellington.
Se trata de la primera vez en este brote que se detectan casos fuera de Auckland, la ciudad más poblada de Nueva Zelanda, y por eso el gobierno de Ardern decidió que todo el país sea confinado hasta el martes próximo.
"No sabemos cuál es la magnitud de este brote de la delta. Debemos seguir siendo precavidos", dijo Ardern en una rueda de prensa en Wellington al referirse a este brote con la variante delta que ha sido vinculado a la crisis de COVID-19 en Australia.
Nueva Zelanda, con unos 5 millones de habitantes, acumula más de 2,900 casos confirmados y probables de COVID-19 desde el inicio de la pandemia, incluyendo 26 fallecidos y 52 casos activos.
Nueva Zelanda registra nuevos contagios de COVID-19 luego de más de 100 días
Las autoridades neozelandesas aceleraron la semana pasada su campaña de vacunación, que se inició en febrero pasado con los trabajadores de fronteras y comenzó a finales de julio a inocular dosis de Pfizer a la población en general.
El Ejecutivo pretende terminar de vacunar a la población objetivo antes de finales de año para reabrir sus fronteras, que cerró en marzo de 2020, a partir del primer trimestre de 2022 mediante un plan individualizado que sopesa el riesgo del país de origen del viajero internacional y sus estatus de inmunización.